Estudio Bíblico

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Por Sus llagas fuimos sanados.



Isa 53:4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.
Isa 53:5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.

Sal 32:3 Mientras callé, se envejecieron mis huesos
En mi gemir todo el día.
Sal 32:4 Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano;
Se volvió mi verdor en sequedades de verano.
Sal 32:5 Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad.
Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová;
Y tú perdonaste la maldad de mi pecado.

Sal 32:1. Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado.
Sal 32:2 Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad.
Y en cuyo espíritu no hay engaño.



15 Abr 2025