La disciplina en la vida cristiana.
Pro_13:24. Disciplina (Heb_12:5-11).
La palabra disciplina tiene por lo menos, dos significados diferentes:
• La capacidad de poner en práctica principios de orden y constancia para lograr objetivos.
• La obediencia a las reglas de conducta, doctrina, instrucción de una persona, especialmente en lo moral, formación y proceso de educación y/o restauración (no tiene nada que ver con humillación y/o maltrato.
En ambos casos es el resultado del dominio propio (templanza), un fruto del Espíritu Santo (Gal_5:22-23).
• Que, sin embargo, para manifestarse requiere que neguemos nuestros caminos (Pro_16:25) para seguir los caminos de Dios (Mat_7:21).
• Nosotros somos responsables de negarnos a seguir nuestros propios caminos, y el Espíritu Santo de formar, desarrollar y manifestar en nosotros la disciplina (el dominio propio, la templanza) para seguir la voluntad de Dios (Rom_8:13-14).
Los padres tienen, dada por Dios la tarea de formar a sus hijos en los caminos de Dios (Deu_6:3-9).
• Es un recurso dado y mandado por Dios a los padres amorosos para dirigir a sus hijos por el buen camino, para su bendición y bienestar.
• Aunque en ciertos momentos puede no ser causa de gozo ni para los padres que la tengan que aplicar ni para los hijos que la reciben, al final su fruto es paz, bien, justicia, rectitud, bendición, etc.
• Esa responsabilidad tan grande que Dios les da a los padres biológicos con respecto a sus hijos, es la misma que Él asume con respecto a nosotros sus hijos.
La disciplina de Dios actualmente no es un tema tan conocido, tratado y predicado.
• En una buena medida ha sido sustituido por temas como el éxito, el bienestar económico, los dones, el servicio, etc., sin considerar, que en última instancia, el camino más corto para llegar a ellos es la disciplina.
• No entendida solamente como castigo o vara, sino como un proceso formativo que implica varias cosas.
Metas de la disciplina de los padres y de Dios:
• Formarnos el carácter para que nos vaya bien en la vida.
• Modelar al Padre Celestial en nuestra vida para que cuando seamos mayores no nos apartemos de Él (Pro_22:6).
• Que nos vaya bien en la vida (3Jn_1:2, Jua_10:10).
• Y modelemos al Padre delante de otras personas para que se vuelvan a Él (Mat_5:14-16, Jua_13:35).
El proceso de la disciplina.
• La enseñanza (teórica, verbal) (Sal_119:105).
• La instrucción (práctica dirigida) (2Ti_3:16-17).
• La retroalimentación (reafirmación de la enseñanza y la instrucción hasta que sea totalmente comprendida) (repetición desde diversos puntos de vista y en diversas circunstancias para mejorar la comprensión y el entendimiento de lo enseñado e instruido)
• La práctica (aplicación sin supervisión) (el objetivo de la disciplina es la aplicación de lo enseñado e instruido para que no nos engañemos a nosotros mismos siendo solo oidores y no hacedores de la Palabra).
• La retroalimentación (reafirmación de la enseñanza y la instrucción para que sea perfeccionada).
• El castigo (para la necedad, la repetición de una mala acción a pesar de haberse seguido todos los procesos anteriores (consecuencias y pérdida de bendiciones, Gal_6:7-8, Deu_28:1-2)
• La vara (para la necedad reiterada después de seguir todos los procesos anteriores (Pro_26:3, Pro_23:13, Sal_32:3).
La disciplina no debería ir acompañada de:
• Ira, violencia, desproporción, abuso de ningún tipo (mental, emocional, menosprecio, insulto, físico).
• Conforme la falta, así debe ser la medida que se aplique (equidad, Mat_25:15, Luc_12:48).
• Debe ser con amor, compasión, misericordia, perdón, restauración, nuevas oportunidades (1Jn_1:9, Miq_7:19, Sal_103.12, Jer_31:34, Heb_10:17, Rom_8:1)
Los medios de la disciplina.
• Primeramente, los espirituales para la destrucción de fortalezas, argumentos y altiveces que se levantan en contra del conocimiento de Él y para llevar cautivos todos los pensamientos a la obediencia a Su Palabra: la oración, la intercesión, la enseñanza, la instrucción, el equipamiento, el entrenamiento (2Co_10:4-5).
• La Palabra (Sal_119:105).
• La confrontación (2Ti_3:16-17) y corrección.
• La dirección y el poder del Espíritu Santo (Rom_8:14, Rom_8:26).
Sin disciplina:
• No somos realmente hijos, sino bastardos.
• Crecemos sin un claro entendimiento del bien y del mal.
• Tenemos poca dirección en nuestras vidas.
• Es despreocuparse por el desarrollo del carácter.
• Es el anticipo a un desastre de grandes proporciones.
La vida plena, bendecida, en victoria, requiere disciplina:
• Por eso somos llamados discípulos (se relaciona con la palabra disciplina).
• El Reino de los Cielos solos los valientes y esforzados (disciplinados) lo alcanzan (Mat_11:12, Jos_1:7-8).
• La vida en la gracia requiere de esfuerzo y disciplina (2Ti_2:1-6: soldado, atleta y labrador).
• Entonces, valoremos y desarrollemos la disciplina necesaria (dominio propio, fruto del Espíritu; la indisciplina, fruto de la carne, Gal:_5:22-23).
La palabra disciplina tiene por lo menos, dos significados diferentes:
• La capacidad de poner en práctica principios de orden y constancia para lograr objetivos.
• La obediencia a las reglas de conducta, doctrina, instrucción de una persona, especialmente en lo moral, formación y proceso de educación y/o restauración (no tiene nada que ver con humillación y/o maltrato.
En ambos casos es el resultado del dominio propio (templanza), un fruto del Espíritu Santo (Gal_5:22-23).
• Que, sin embargo, para manifestarse requiere que neguemos nuestros caminos (Pro_16:25) para seguir los caminos de Dios (Mat_7:21).
• Nosotros somos responsables de negarnos a seguir nuestros propios caminos, y el Espíritu Santo de formar, desarrollar y manifestar en nosotros la disciplina (el dominio propio, la templanza) para seguir la voluntad de Dios (Rom_8:13-14).
Los padres tienen, dada por Dios la tarea de formar a sus hijos en los caminos de Dios (Deu_6:3-9).
• Es un recurso dado y mandado por Dios a los padres amorosos para dirigir a sus hijos por el buen camino, para su bendición y bienestar.
• Aunque en ciertos momentos puede no ser causa de gozo ni para los padres que la tengan que aplicar ni para los hijos que la reciben, al final su fruto es paz, bien, justicia, rectitud, bendición, etc.
• Esa responsabilidad tan grande que Dios les da a los padres biológicos con respecto a sus hijos, es la misma que Él asume con respecto a nosotros sus hijos.
La disciplina de Dios actualmente no es un tema tan conocido, tratado y predicado.
• En una buena medida ha sido sustituido por temas como el éxito, el bienestar económico, los dones, el servicio, etc., sin considerar, que en última instancia, el camino más corto para llegar a ellos es la disciplina.
• No entendida solamente como castigo o vara, sino como un proceso formativo que implica varias cosas.
Metas de la disciplina de los padres y de Dios:
• Formarnos el carácter para que nos vaya bien en la vida.
• Modelar al Padre Celestial en nuestra vida para que cuando seamos mayores no nos apartemos de Él (Pro_22:6).
• Que nos vaya bien en la vida (3Jn_1:2, Jua_10:10).
• Y modelemos al Padre delante de otras personas para que se vuelvan a Él (Mat_5:14-16, Jua_13:35).
El proceso de la disciplina.
• La enseñanza (teórica, verbal) (Sal_119:105).
• La instrucción (práctica dirigida) (2Ti_3:16-17).
• La retroalimentación (reafirmación de la enseñanza y la instrucción hasta que sea totalmente comprendida) (repetición desde diversos puntos de vista y en diversas circunstancias para mejorar la comprensión y el entendimiento de lo enseñado e instruido)
• La práctica (aplicación sin supervisión) (el objetivo de la disciplina es la aplicación de lo enseñado e instruido para que no nos engañemos a nosotros mismos siendo solo oidores y no hacedores de la Palabra).
• La retroalimentación (reafirmación de la enseñanza y la instrucción para que sea perfeccionada).
• El castigo (para la necedad, la repetición de una mala acción a pesar de haberse seguido todos los procesos anteriores (consecuencias y pérdida de bendiciones, Gal_6:7-8, Deu_28:1-2)
• La vara (para la necedad reiterada después de seguir todos los procesos anteriores (Pro_26:3, Pro_23:13, Sal_32:3).
La disciplina no debería ir acompañada de:
• Ira, violencia, desproporción, abuso de ningún tipo (mental, emocional, menosprecio, insulto, físico).
• Conforme la falta, así debe ser la medida que se aplique (equidad, Mat_25:15, Luc_12:48).
• Debe ser con amor, compasión, misericordia, perdón, restauración, nuevas oportunidades (1Jn_1:9, Miq_7:19, Sal_103.12, Jer_31:34, Heb_10:17, Rom_8:1)
Los medios de la disciplina.
• Primeramente, los espirituales para la destrucción de fortalezas, argumentos y altiveces que se levantan en contra del conocimiento de Él y para llevar cautivos todos los pensamientos a la obediencia a Su Palabra: la oración, la intercesión, la enseñanza, la instrucción, el equipamiento, el entrenamiento (2Co_10:4-5).
• La Palabra (Sal_119:105).
• La confrontación (2Ti_3:16-17) y corrección.
• La dirección y el poder del Espíritu Santo (Rom_8:14, Rom_8:26).
Sin disciplina:
• No somos realmente hijos, sino bastardos.
• Crecemos sin un claro entendimiento del bien y del mal.
• Tenemos poca dirección en nuestras vidas.
• Es despreocuparse por el desarrollo del carácter.
• Es el anticipo a un desastre de grandes proporciones.
La vida plena, bendecida, en victoria, requiere disciplina:
• Por eso somos llamados discípulos (se relaciona con la palabra disciplina).
• El Reino de los Cielos solos los valientes y esforzados (disciplinados) lo alcanzan (Mat_11:12, Jos_1:7-8).
• La vida en la gracia requiere de esfuerzo y disciplina (2Ti_2:1-6: soldado, atleta y labrador).
• Entonces, valoremos y desarrollemos la disciplina necesaria (dominio propio, fruto del Espíritu; la indisciplina, fruto de la carne, Gal:_5:22-23).
06
Mar
2025