Las prioridades de Dios, nuestras prioridades (3).
Cinco prioridades de Dios para nosotros.
Hch_17:26-28. Que le busquemos para ser salvos, ser adoptados Sus hijos (Jua_1:12, Rom_8:15-16, 1Ti_2:4).
Mat_22:36-40, Mar_12:30-34. Que le amemos con todo nuestro ser.
Pro_4:23. Sobre toda cosa guardada, guardar nuestro corazón.
Mat_6:33. Buscar primeramente el Reino de Dios y Su justicia.
Jua_3:30. Es necesario que Él crezca y que nosotros mangüemos.
Dios no va a cambiar porque nosotros lo queramos o no queramos caminar en Sus prioridades.
• Él no cambia (Mal_3:6).
• Él no es hombre para mentir ni hijo de hombre para arrepentirse, Él lo ha dicho, Él lo hará (Num_23:19).
• Él es el mismo, ayer, hoy y siempre (Heb_13:8).
• Él nunca se ha desviado del camino que determinó.
Somos nosotros los que nos desviamos.
• Somos nosotros los que necesitamos enderezar el camino (Sal_119:59, Sal_119:105).
• Por eso Jesús, cuando Pablo le perseguía y se encuentra con Él le dice: "dura cosa te es dar patadas contra el aguijón".
Dios, por Jesucristo con el Espíritu Santo, ya pagó el precio para que nosotros lo enderecemos, y nos dio ese regalo por Su Gracia por medio de la fe (creer en Él).
• Y nos dio el Espíritu Santo para que nos guie y nos ayude en todo para enderezar el camino de regreso a la bendición, la plenitud, la abundancia, la victoria.
• Ahora nos toca a nosotros caminar el camino de regreso.
Los resultados que Dios espera de ello:
Mat_7:21. Que hagamos Su Voluntad para vivir en la plenitud del Reino:
• Que vivamos aquí y ahora, de manera creciente, la vida eterna plena, bendecida, en victoria (Jua_10:10, 3Jn_1:2, Rom_8:37),
• Y perfecta en la eternidad.
Jua_3:3-5.
• Una cosa es nacer de nuevo y ver el Reino de Dios (salvación).
• Otra cosa diferente es nacer del agua (la Palabra) y del Espíritu (transformación) para entrar en el Reino.
• Entrar en el Reino es vivir en la plenitud de Sus bendiciones.
• Pero ello requiere que vivamos en Su Voluntad, en Su Gobierno, en todas las cosas y en todos los ámbitos de la vida.
Gal_6:7-8.
• Si solo somos salvos, seguiremos "sembrando" la vieja forma de vivir, y con ello seguiremos cosechando los mismos frutos de esa vieja manera de vivir (las obras de la carne, Gal_5:19-21, los caminos que nos parecen derechos en nuestra opinión, pero nos llevan a ruina.
• Si buscamos el Reino de Dios estaremos sembrando para el Espíritu y cosecharemos vida eterna, plena, bendecida, victoriosa, manifestando el fruto del Espíritu (Gal_5:22-23).
Hch_17:26-28. Que le busquemos para ser salvos, ser adoptados Sus hijos (Jua_1:12, Rom_8:15-16, 1Ti_2:4).
Mat_22:36-40, Mar_12:30-34. Que le amemos con todo nuestro ser.
Pro_4:23. Sobre toda cosa guardada, guardar nuestro corazón.
Mat_6:33. Buscar primeramente el Reino de Dios y Su justicia.
Jua_3:30. Es necesario que Él crezca y que nosotros mangüemos.
Dios no va a cambiar porque nosotros lo queramos o no queramos caminar en Sus prioridades.
• Él no cambia (Mal_3:6).
• Él no es hombre para mentir ni hijo de hombre para arrepentirse, Él lo ha dicho, Él lo hará (Num_23:19).
• Él es el mismo, ayer, hoy y siempre (Heb_13:8).
• Él nunca se ha desviado del camino que determinó.
Somos nosotros los que nos desviamos.
• Somos nosotros los que necesitamos enderezar el camino (Sal_119:59, Sal_119:105).
• Por eso Jesús, cuando Pablo le perseguía y se encuentra con Él le dice: "dura cosa te es dar patadas contra el aguijón".
Dios, por Jesucristo con el Espíritu Santo, ya pagó el precio para que nosotros lo enderecemos, y nos dio ese regalo por Su Gracia por medio de la fe (creer en Él).
• Y nos dio el Espíritu Santo para que nos guie y nos ayude en todo para enderezar el camino de regreso a la bendición, la plenitud, la abundancia, la victoria.
• Ahora nos toca a nosotros caminar el camino de regreso.
Los resultados que Dios espera de ello:
Mat_7:21. Que hagamos Su Voluntad para vivir en la plenitud del Reino:
• Que vivamos aquí y ahora, de manera creciente, la vida eterna plena, bendecida, en victoria (Jua_10:10, 3Jn_1:2, Rom_8:37),
• Y perfecta en la eternidad.
Jua_3:3-5.
• Una cosa es nacer de nuevo y ver el Reino de Dios (salvación).
• Otra cosa diferente es nacer del agua (la Palabra) y del Espíritu (transformación) para entrar en el Reino.
• Entrar en el Reino es vivir en la plenitud de Sus bendiciones.
• Pero ello requiere que vivamos en Su Voluntad, en Su Gobierno, en todas las cosas y en todos los ámbitos de la vida.
Gal_6:7-8.
• Si solo somos salvos, seguiremos "sembrando" la vieja forma de vivir, y con ello seguiremos cosechando los mismos frutos de esa vieja manera de vivir (las obras de la carne, Gal_5:19-21, los caminos que nos parecen derechos en nuestra opinión, pero nos llevan a ruina.
• Si buscamos el Reino de Dios estaremos sembrando para el Espíritu y cosecharemos vida eterna, plena, bendecida, victoriosa, manifestando el fruto del Espíritu (Gal_5:22-23).
18
Feb
2025