Un principio básico para nuestras relaciones interpersonales.
Pro_13:20. Compañía. Relaciones interpersonales.
Una acción importante para guardar nuestro corazón (Pro_4:23), es el cuidar con quien andamos.
• Hay un refrán popular que dice que "el que anda entra la miel, algo se le pega".
• Las personas con las que andamos en intimidad, en cercanía, ejercen, quizá de manera inconsciente para ellos y para nosotros, una influencia importante en nuestra manera de pensar, sentir, decidir, en nuestras actitudes, motivaciones y planes.
• Este pasaje, desde otra perspectiva, trata el tema del yugo desigual en nuestras relaciones con otras personas.
No tiene nada que ver la luz que hay en nosotros, con las tinieblas que hay en las personas que no son salvas; no tiene nada que ver el espíritu que dirige sus pensamientos (de la carne, del mundo, del diablo) que el Espíritu Santo que nos guía a nosotros los salvos (2Co_6:14-18).
• La instrucción de Dios es que salgamos de en medio de ellos (de la intimidad, de la comunión).
• Aunque estamos en el mundo, no somos del mundo, somos llamados a ser luz, a echar fuera la oscuridad, no a andar con la oscuridad.
Cuando ello suceda entonces:
• Él será para nosotros Padre (lo viviremos como Padre, no solo de nombre sino en verdad).
• Nosotros seremos Sus hijos (no solo de nombre sino de verdad) en plenitud, sin obstáculos, sin una fuente de contaminación con las cosas del mundo.
• Él habitará y andará entre nosotros (seremos conscientes de ello, experimentaremos Su Compañía y Su Presencia con nosotros).
Esto aplica en todas las relaciones con otras personas:
• Nuestra familia.
• Nuestras amistades.
• Nuestros compañeros de trabajo y/o de estudio.
• Nuestros socios de negocios.
Insisto, no es que no haya que tener relación con ellos, sino solo las estrictamente necesarias por cuestiones puramente pragmáticas; pero lo que no debemos permitirnos en andar en comunión, intimidad con ellos.
• El que anda con sabios, sabios será.
• El que anda con necios, necio será.
• Las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres (1Co_15:33).
• No implica no amarlas, solo implica no andar en intimidad con ellas, reducir los contactos a lo estrictamente educado y necesario.
Busquemos todo el tiempo desarrollar amistad y hermandad con hermanos firmes en la fe y sabios (que pongan por obra la Palabra de Dios en sus vidas) para edificar y fortalecer nuestra vida en el Señor.
• Desechemos andar en intimida y comunión (yugo desigual) con personas que no compartan nuestra fe y no la respeten, burlándose, incitándonos a la tentación, teniendo conversaciones mundanas o carnales, etc.
Una acción importante para guardar nuestro corazón (Pro_4:23), es el cuidar con quien andamos.
• Hay un refrán popular que dice que "el que anda entra la miel, algo se le pega".
• Las personas con las que andamos en intimidad, en cercanía, ejercen, quizá de manera inconsciente para ellos y para nosotros, una influencia importante en nuestra manera de pensar, sentir, decidir, en nuestras actitudes, motivaciones y planes.
• Este pasaje, desde otra perspectiva, trata el tema del yugo desigual en nuestras relaciones con otras personas.
No tiene nada que ver la luz que hay en nosotros, con las tinieblas que hay en las personas que no son salvas; no tiene nada que ver el espíritu que dirige sus pensamientos (de la carne, del mundo, del diablo) que el Espíritu Santo que nos guía a nosotros los salvos (2Co_6:14-18).
• La instrucción de Dios es que salgamos de en medio de ellos (de la intimidad, de la comunión).
• Aunque estamos en el mundo, no somos del mundo, somos llamados a ser luz, a echar fuera la oscuridad, no a andar con la oscuridad.
Cuando ello suceda entonces:
• Él será para nosotros Padre (lo viviremos como Padre, no solo de nombre sino en verdad).
• Nosotros seremos Sus hijos (no solo de nombre sino de verdad) en plenitud, sin obstáculos, sin una fuente de contaminación con las cosas del mundo.
• Él habitará y andará entre nosotros (seremos conscientes de ello, experimentaremos Su Compañía y Su Presencia con nosotros).
Esto aplica en todas las relaciones con otras personas:
• Nuestra familia.
• Nuestras amistades.
• Nuestros compañeros de trabajo y/o de estudio.
• Nuestros socios de negocios.
Insisto, no es que no haya que tener relación con ellos, sino solo las estrictamente necesarias por cuestiones puramente pragmáticas; pero lo que no debemos permitirnos en andar en comunión, intimidad con ellos.
• El que anda con sabios, sabios será.
• El que anda con necios, necio será.
• Las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres (1Co_15:33).
• No implica no amarlas, solo implica no andar en intimidad con ellas, reducir los contactos a lo estrictamente educado y necesario.
Busquemos todo el tiempo desarrollar amistad y hermandad con hermanos firmes en la fe y sabios (que pongan por obra la Palabra de Dios en sus vidas) para edificar y fortalecer nuestra vida en el Señor.
• Desechemos andar en intimida y comunión (yugo desigual) con personas que no compartan nuestra fe y no la respeten, burlándose, incitándonos a la tentación, teniendo conversaciones mundanas o carnales, etc.
13
Feb
2025