Diligencia y negligencia.
Pro_12:10-12, Pro_12:24, Pro_12:27. Diligencia y negligencia.
En el Libro de Proverbios la diligencia es una cualidad del carácter que es estimulada constantemente.
• La diligencia implica dedicación, responsabilidad, hacer lo que es necesario hacer para que nos vaya bien en la vida.
La palabra hebrea que se traduce diligencia también significa activo, decidido, determinación y oro puro.
• Por eso la Palabra en Pro_12:24 dice que la mano del diligente prosperará, pero la del negligente empobrecerá.
• Con ello nos está diciendo que al diligente le irá bien en la vida, tendrá lo suficiente y más de lo suficiente, pero al negligente le faltará aún lo esencial.
El diligente.
• Es sabio y cuida de sus haberes, de sus propiedades, sean estas pocas o muchas (Pro_12:10).
• Labrará su tierra (trabajará con dedicación) y por ello se saciará de pan (tendrá fruto) (Pro_12:11-12).
• Señoreará (será un buen administrador, le irá bien, será puesto en alta estima) (Pro_12:24).
• Es una cualidad valiosa de las personas (Pro_12:27).
El negligente.
• Es cruel y no tiene cuidado de sus haberes (Pro_12:10).
• No solo tendrá pobreza como los vagabundos, sino también manifiesta falta de entendimiento (Pro_12:11).
• Codicia lo de los malvados (Pro_12:12).
• Será dependiente, un mal administrador, no le irá bien, estará en baja estima (Pro_12:24).
• No hará el mínimo esfuerzo (Pro_12:27).
El diligente utilizará todos lo que Dios le ha dado (posesiones, recursos, habilidades, capacidades, talentos, personas, etc.) con sabiduría, en tanto que el negligente desperdiciará todo lo que Dios le haya dado.
• El desperdicio se ha convertido en el mundo de hoy en un estilo de vida.
• La cantidad de basura que el mundo produce en todos los ámbitos.
• El vivir por las marcas (más caro) y la último, en lugar de aprovechar al máximo lo anterior.
Como hijos de Dios necesitamos hacer un buen uso de todo lo que Él nos ha dado por cuanto del uso de todo ello tendremos que dar cuentas (mayordomía integral).
• Somos administradores, no propietarios (Jua_3:27, 1Pe_4:10-11).
• Los administradores deben ser fieles (1Co_4:2).
• Viviendo sobriamente, sin excesos, sin ostentación (1Pe_1:13, 1Pe_4:8, 1Pe_5:8, 1Ti_6:17-19).
Los hijos de Dios necesitamos ser diligentes en todos los aspectos de la vida: espiritual, emocional y material, aunque no seamos perfectos (pero lo estamos siendo por el Espíritu Santo, Fil_1:6).
Diligencia también significa hacer todo lo que hacemos para la gloria de Dios, para que Él sea alabado; no para los hombres para que nosotros seamos reconocidos (Col_3:22-24).
• Ello significa hacerlo de la mejor manera que nos sea posible, sin escatimar ningún esfuerzo, tiempo ni recursos.
• El fruto de la diligencia que Dios nos proveerá será que nos vaya bien en todo lo que hagamos, que no tengamos escasez de nada.
En el Libro de Proverbios la diligencia es una cualidad del carácter que es estimulada constantemente.
• La diligencia implica dedicación, responsabilidad, hacer lo que es necesario hacer para que nos vaya bien en la vida.
La palabra hebrea que se traduce diligencia también significa activo, decidido, determinación y oro puro.
• Por eso la Palabra en Pro_12:24 dice que la mano del diligente prosperará, pero la del negligente empobrecerá.
• Con ello nos está diciendo que al diligente le irá bien en la vida, tendrá lo suficiente y más de lo suficiente, pero al negligente le faltará aún lo esencial.
El diligente.
• Es sabio y cuida de sus haberes, de sus propiedades, sean estas pocas o muchas (Pro_12:10).
• Labrará su tierra (trabajará con dedicación) y por ello se saciará de pan (tendrá fruto) (Pro_12:11-12).
• Señoreará (será un buen administrador, le irá bien, será puesto en alta estima) (Pro_12:24).
• Es una cualidad valiosa de las personas (Pro_12:27).
El negligente.
• Es cruel y no tiene cuidado de sus haberes (Pro_12:10).
• No solo tendrá pobreza como los vagabundos, sino también manifiesta falta de entendimiento (Pro_12:11).
• Codicia lo de los malvados (Pro_12:12).
• Será dependiente, un mal administrador, no le irá bien, estará en baja estima (Pro_12:24).
• No hará el mínimo esfuerzo (Pro_12:27).
El diligente utilizará todos lo que Dios le ha dado (posesiones, recursos, habilidades, capacidades, talentos, personas, etc.) con sabiduría, en tanto que el negligente desperdiciará todo lo que Dios le haya dado.
• El desperdicio se ha convertido en el mundo de hoy en un estilo de vida.
• La cantidad de basura que el mundo produce en todos los ámbitos.
• El vivir por las marcas (más caro) y la último, en lugar de aprovechar al máximo lo anterior.
Como hijos de Dios necesitamos hacer un buen uso de todo lo que Él nos ha dado por cuanto del uso de todo ello tendremos que dar cuentas (mayordomía integral).
• Somos administradores, no propietarios (Jua_3:27, 1Pe_4:10-11).
• Los administradores deben ser fieles (1Co_4:2).
• Viviendo sobriamente, sin excesos, sin ostentación (1Pe_1:13, 1Pe_4:8, 1Pe_5:8, 1Ti_6:17-19).
Los hijos de Dios necesitamos ser diligentes en todos los aspectos de la vida: espiritual, emocional y material, aunque no seamos perfectos (pero lo estamos siendo por el Espíritu Santo, Fil_1:6).
Diligencia también significa hacer todo lo que hacemos para la gloria de Dios, para que Él sea alabado; no para los hombres para que nosotros seamos reconocidos (Col_3:22-24).
• Ello significa hacerlo de la mejor manera que nos sea posible, sin escatimar ningún esfuerzo, tiempo ni recursos.
• El fruto de la diligencia que Dios nos proveerá será que nos vaya bien en todo lo que hagamos, que no tengamos escasez de nada.
28
Nov
2024