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Los pensamientos y las palabras del necio y del sabio.



Pro_12:5-6, Pro_12:13-14, Pro_12:17-20, Pro_12:22-23, Pro_12:25. Los pensamientos y las palabras del sabio y el necio.
• En este Proverbio que básicamente compara la sabiduría y la necedad, uno de los aspectos relevantes en esa comparación son los pensamientos y las palabras, los cuales salen del corazón (Pro_23:7, Mat_12:34, Luc_6:45).
• Es una lista no exhaustiva de cosas que necesitamos guardar como hijos de Dios en cuanto a nuestros pensamientos y nuestras palabras.
• Muestran la diferencia esencial entre unos y otros y la raíz del problema fundamental del necio: su corazón.

El sabio.
• Sus pensamientos son rectitud (Pro_12:5).
• Sus consejos son verdad (Pro_12:5).
• Sus palabras los libran de emboscadas, artificios, para hacer el mal (Pro_12:6); hablan el bien.
• Sus palabras los libran de problemas (tribulación) (Pro_12:13).
• Recibe la recompensa de sus buenas palabras (habla bendición) (Pro_12:14, Gen_12:3).
• Habla verdad y declara justicia (Pro_12:17).
• Sus palabras son medicina (exhortación, consolación, edificación) (Pro_12:18, 1Co_14:3).
• Sus palabras son veraces, firmes, permanecen en el tiempo (Pro_12:19).
• En su corazón hay alegría y bien (Pro_12:20).
• Sus palabras y ellos mismos son el contentamiento del Señor (Pro_12:22, Pro_15:8).
• No anda publicando su saber para ser reconocido (Pro_12:23); es prudente y refrena su boca (Pro_10:19).

El necio.
• Sus pensamientos son el mal (Pro_12:5).
• Sus consejos son engaño (Pro_12:5)
• Sus palabras son emboscadas, artificios, para hacer el mal (Pro_12:6); hablan el mal.
• Se enreda en la maldad de sus labios, en sus propias mentiras (Pro_12:13).
• Recibe las consecuencias de sus malas palabras (habla maldición) (Pro_12:14, Gen_12:32).
• Es testigo mentiroso y habla engaño (Pro_12:17).
• Sus palabras son como golpes de espada, hirientes, maledicentes (Pro_12:18).
• Sus palabras son mentirosas, variables, no permanecen en el tiempo, hoy dicen una cosa y al rato la cambian acomodándola a su conveniencia (Pro_12:19).
• En su corazón hay engaño y mal (Pro_12.20).
• Sus palabras y ellos mismos son abominación al Señor (Pro_12:22, Sal_7:11)
• Su corazón publica su necedad (Pro_12:23); en la multitud de palabras no falta pecado (Pro_10:19).

Las personas sabias no son perfectas, pero van cada día de la mano del Espíritu Santo en la búsqueda de esa perfección (Fil_1:6).
• Cuando se equivocan en sus pensamientos y en sus palabras, lo reconocen en primer lugar delante de Dios, y si es necesario, delante de las personas, se arrepienten y piden perdón (1Jn_1:9).
• Los necios, a diferencia de los sabios, permanecen en su necedad, no reconocen su equivocación (cambian rápidamente de pensamiento y palabras) y no se arrepienten ni piden perdón.
• Necesitamos guardar nuestro corazón no solo de lo que entra a él, sino también de lo que salen:
• Cuidar lo que pensamos y lo que hablamos.
• Meditando constantemente en la Palabra de Dios.
• Hablando constantemente la Palabra de Dios.




26 Nov 2024