Como un padre trae a su hijo.
Un padre, muchas veces, lleva a su hijo pequeño en brazos.
• Cuando es demasiado pequeño.
• Cuando está demasiado cansado para seguir caminando.
• Cuando está enfermo o discapacitado.
• Cuando lo sostiene para abrazarlo.
Como ese padre es para su hijo pequeño, así es Dios para Su pueblo y para Sus hijos.
• Cuando los israelitas llegaron la final de su viaje por el desierto Moisés les habló de Dios como un padre que los había llevado en brazos (Deu_1:31, Isa_46:3-4).
• Y si ello lo hace con su pueblo, cuanto más no lo hará con nosotros sus hijos (Isa_40:11, Jua_10:27-29).
• Nuestra vida terrenal es como un viaje por el desierto.
• Donde pasaremos por momentos en que estaremos demasiado cansados para continuar.
• Será cuando nos llevará en sus brazos.
• Enfermos, heridos, quebrantados, emocional y/o espiritualmente discapacitados.
• Es entonces cuando Él nos sostendrá.
• Su mano tomará la nuestra y nos levantará.
• Sus "brazos" nos sostendrán y nos abrazarán.
• No lo veremos, pero lo sentiremos, estará ahí levantándonos, guardándonos, sosteniéndonos, para llevarnos al lugar y el momento designado para nuestra recuperación, para nuestra victoria, para la salida de esa situación.
Y hay otro momento en que un hombre traerá a sus hijos en sus brazos.
• Cuando su hijo haya muerto.
• Y cuando nosotros cerremos nuestros ojos por última vez en esta vida.
• Los brazos de nuestro Padre nos sostendrán una vez más y nos llevará de este desierto a la tierra prometida (Sal_48:14).
Bibliografía: "El Libro de los Misterios", Jonathan Cahn.
• Cuando es demasiado pequeño.
• Cuando está demasiado cansado para seguir caminando.
• Cuando está enfermo o discapacitado.
• Cuando lo sostiene para abrazarlo.
Como ese padre es para su hijo pequeño, así es Dios para Su pueblo y para Sus hijos.
• Cuando los israelitas llegaron la final de su viaje por el desierto Moisés les habló de Dios como un padre que los había llevado en brazos (Deu_1:31, Isa_46:3-4).
• Y si ello lo hace con su pueblo, cuanto más no lo hará con nosotros sus hijos (Isa_40:11, Jua_10:27-29).
• Nuestra vida terrenal es como un viaje por el desierto.
• Donde pasaremos por momentos en que estaremos demasiado cansados para continuar.
• Será cuando nos llevará en sus brazos.
• Enfermos, heridos, quebrantados, emocional y/o espiritualmente discapacitados.
• Es entonces cuando Él nos sostendrá.
• Su mano tomará la nuestra y nos levantará.
• Sus "brazos" nos sostendrán y nos abrazarán.
• No lo veremos, pero lo sentiremos, estará ahí levantándonos, guardándonos, sosteniéndonos, para llevarnos al lugar y el momento designado para nuestra recuperación, para nuestra victoria, para la salida de esa situación.
Y hay otro momento en que un hombre traerá a sus hijos en sus brazos.
• Cuando su hijo haya muerto.
• Y cuando nosotros cerremos nuestros ojos por última vez en esta vida.
• Los brazos de nuestro Padre nos sostendrán una vez más y nos llevará de este desierto a la tierra prometida (Sal_48:14).
Bibliografía: "El Libro de los Misterios", Jonathan Cahn.
17
Jul
2024