Estudio Bíblico

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Creados en Cristo Jesús.



CREADOS EN CRISTO JESUS.


Efe 2:10. “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.”

La Palabra nos enseña que fuimos creados por Dios en Cristo Jesús para buenas obras, lo que equivale decir que fuimos creados para vivir una buena vida. Lo que hoy queremos recalcar, y que es la clave, es la expresión “en Cristo Jesús”. Solo estando en El, bajo Su Señorío, es que todo aquello que fuimos diseñados para ser y vivir en Dios, que es una buena dádiva y un don perfecto (San 1.17) y su buena, agradable y perfecta voluntad para nosotros (Rom 12:2), solo va a manifestarse en nuestra vida si estamos en Cristo, porque separados de El nada podremos hacer, ser o tener que sea verdaderamente significativo y que pueda significar una buena vida integral (Jn 15:5). Quizá podamos alcanzar algunos logros, tener algunas satisfacciones, recibir algunos reconocimientos, pero de ello a tener una buena vida integral, en todos sus aspectos, hay una gran diferencia, y la única manera de salvar esa diferencia es estando en Cristo.

Dios tiene planes para nosotros que son de bien y que implican un futuro y una esperanza buenas para nosotros (Jer 29:11). Dios también quiere para nosotros que nuestra vida vaya en un constante incremento de bienestar espiritual, emocional y físico (Prov 4:18, 3 Jn 2, Fil 1:6). Pero ello no va a suceder siguiendo nuestros propios caminos, decidiendo por nosotros mismos, utilizando solamente nuestros recursos, sino solamente si estamos en Cristo, siguiendo Sus caminos, decidiendo de acuerdo con El y utilizando Sus recursos ilimitados.

El primer paso en esa dirección es ponernos bajo Su Señorío (Rom 10:8-10), bajo Su cuidado (Sal 91:1), mediante la entrega de nuestras vidas a El (Jn 1.12), reconociendo que hemos sido pecadores que han hecho lo desagradable delante de El (aunque eventualmente hayamos hecho algunas o muchas cosas buenas, Sal 14:3, Sal 53:3, Rom 3:12) y que solamente en El hay salvación (Hch 4:11-12). Y ello lo podemos hacer de una manera sencilla, simple: digámosle a El exactamente eso con nuestras propias palabras y con todo nuestro corazón, El oirá desde los cielos, nos perdonará, nos recibirá y vendrá a nosotros (2 Cor 7.14, Apo 3.20, Jn 6:37).

El segundo paso es crecer en El (2 Ped 3:18). Ello es posible con la ayuda del Espíritu Santo (Jn 14:15-21), gradualmente, comenzando a vivir nuestras vidas de una manera nueva (2 Cor 5:17), guiados por El y de acuerdo al modelo que El nos dejó establecido en Su Palabra (Rom 12:2, Efe 4:22-24, 3 Jn 2), buscando la comunión con El a través de la oración, de oír , leer y meditar Su Palabra y congregándonos con otros hermanos y hermanas que están en la misma búsqueda, para ser perfeccionados gradualmente en todas las áreas de nuestra vida (Efe 4.11-16).

Decidamos dar esos dos pasos y mantenernos en ellos con la ayuda y el poder de El, y nuestras vidas no solo cumplirán Su propósito, sino que las viviremos con una mejor calidad integral de vida cada día. En El, entre otras muchísimas, obtenemos los siguientes beneficios: somos más que vencedores en todas las cosas (Rom 8:37), todo lo podemos (Fil 4:13), somos nuevas personas (2 Cor 5:17) y andamos en nueva vida (Rom 6:4), tenemos vida eterna (Rom 6:23), somos libres de la esclavitud del pecado, de hacer lo malo (Rom 6:6, Rom 8:2), somos aprobados (Rom 16:10) y aceptados (Efe 1.6), somos bendecidos con toda bendición espiritual (Efe 1:3), somos libres de la culpa y la condenación (Rom 8.1), etc.


09 Feb 2010
Referencia: 10.003.