Estudio Bíblico

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La profecía (2).



ESCUELA PROFÉTICA (8).

LA PROFECÍA (2).



Fuentes de impresiones, sueños, palabras, etc.
Tres fuentes:
• El Espíritu Santo, la única fuente verdadera (2 Ped 1:21).
• El espíritu humano (Ezeq 13:1-6), el corazón humano (Jer 17:9)
• Espíritus demoníacos (Mat 24:24).
Por eso la profecía debe ser juzgada (1 Cor 14:29), para protegernos.
Mezcla de fuentes (Jer 15:19): entresacar lo puro de lo vil.



Medios de la revelación.
La Palabra de Dios (2 Ped 1:19-21, 2 Tim 3:16)
Voz audible (Gen 22:11-12, Num 12:6-8, Isa 3:1-14).
Voz audible interna (Ezeq 14:1).
Un saber sin razón lógica (Mat 22:18, Mar 2:8).
Impresiones de hacer algo o de que algo es verdad (Neh 7:5, Hech 14:9).
Sueños y visiones (sueños que tenemos cuando estamos despiertos) (Dan 7.1-2).
Éxtasis: una visión que recibimos cuando perdemos el contacto con nuestros sentidos físicos (Hch 10:10, 22:7, Num 24:4, 1 Sam 19:23-24, Dan 10:9).
Arrebatamientos: experiencias más allá de lo natural, tan reales que la persona no sabe si está en el cuerpo o fuera del cuerpo (Isa 6:1, 2 Cor 12:3, Ezeq 8:3).
Situaciones del mundo natural: Dios habla a través de la creación (Rom 1:19-20, Prov 6:6-11).
Ángeles (Heb 1:14, Luc 16:22, 2 Rey 6:8-17)
Fragmentos de frases u oraciones (Isa 8:1).



Interpretación y aplicación profética.
La revelación, muchas veces, si no es que la gran mayoría de veces, requiere de interpretación y aplicación.
Interpretar la revelación es determinar lo que ella significa concretamente en nuestra vida y la aplicación es determinar lo que vamos a hacer con ella, la acción que debemos tomar derivada de la revelación y la interpretación.
Cuando nos es dada una palabra profética y no tenemos la interpretación y/o su aplicación, es mejor guardarla hasta el tiempo exacto y esperar que Dios nos traiga una confirmación, la interpretación y/o la aplicación correctas, guardándola hasta el tiempo exacto.
En muchos casos el problema no está en la profecía, sino en la interpretación o aplicación que hacemos de ella.
Muchas veces podemos correr con la revelación o interpretación sin percibir los tiempos, las circunstancias o el contexto debido a la impaciencia (Prov 13:12: la esperanza que demora, sin paciencia, es tormento al corazón).
1 Cor 14.29, Jer 17:9 nos enseñan que necesitamos juzgar la profecía en las tres fases: revelación, interpretación y aplicación, porque en cualquiera de las tres fases puede haber contaminación.
Por ejemplo, Josúe tuvo una revelación (Gen 37:6-7); sus hermanos y padre interpretaron muy bien los sueños (Gen 37:8), sin embargo aplicaron erróneamente la revelación y la interpretación (Gen 37.11, 19).



El tiempo profético.
Isa 55:11. Su Palabra nunca regresa vacía, va a hacer lo que Dios quiere, su buena voluntad, agradable y perfecta (Rom 12:2), en Su tiempo (Ecle 3:11).
Existen dimensiones y tiempos (Hch 17:26-28) para el cumplimiento del propósito de Dios manifestado a través de lo profético.
La Palabra nos enseña que en el tiempo determinado por Dios todas las cosas se cumplen (Luc 9:51, Mat 2.17, Mat 27:9).
Jesús dijo que en el tercer día (tercer milenio) terminaría Su obra.
También dijo que todo lo que la Iglesia decretara: "consumado es".
Nosotros vivimos en el Cronos y Kairos.
Cronos es el tiempo natural, el tiempo de cada día.
Kairos es el tiempo específico para el cumplimiento del propósito de Dios.
Los ministerios deben caminar en el Kairos de Dios, no en el Cronos.
Es en el Kairos cuando suceden las cosas de Dios.
Problema: cuando Dios está listo para operar y nosotros estamos fuera de tiempo; nunca podrá operar en y a través de nosotros (Dios de todos modos lo hará, pero no a través de nosotros) (Num 23:19). Necesitamos estar siempre en el Kairos de Dios.
El profeta "corre" en el tiempo, va adelante, viaja en el tiempo, no vive preso a cada día, regresa y anima al pueblo, porque alcanza a ver más allá de cada día.
Cuando no tenemos una visión del futuro, el presente siempre va a traer desesperación o desánimo.



Propósito profético (Isa 55:11)..
Entender lo profético implica tres cosas.
Uno. Entender Su propósito.
Tiene que ver con entendimiento, dimensión, extensión, visión, ánimo, conquista, guerra, manifestaciones visibles del poder y la sabiduría de Dios, personas entendidas en Su propósito y Misión (1 Cro 12:32).
Este tiempo Dios está levantando profetas para establecer Su Reino y transformar la nación que van a decretar lo que se hará ya.
Mat 16:19: las llaves del Reino abren dimensiones (puertas).
Existen puertas en el mundo espiritual que necesitan ser abiertas.
Cada revelación en nuestra vida abre una puerta.
Perder la revelación, entonces, equivale a perder las llaves.
Dos. Es para movilizarnos, levantarnos, equiparnos, dirigirnos para ser de bendición para otros porque Dios ama a toda Su Creación (Jn 3:16, Rom 8.19-21).
Tres. El mayor énfasis es revelar a Cristo y Su Propósito, en la vida de las personas (Rom 12:2) para manifestar la Gloria y Autoridad de Dios y que lo representen a El (2 Cor 5:17-21) para ser de bendición para otros (Gen 12:1-3).



Destino profético.
Todo lo que Dios hace tiene un propósito (Sal 138:8, Rom 11:36).
1 Cro 12:32: necesitamos saber el propósito de Dios para nosotros y para todas las cosas que nos rodean: saber donde estamos y hacia donde vamos.
La Iglesia tiene un propósito: lo profético tiene que ver con activar el destino establecido para la iglesia y traer entendimiento de todo lo que se debe hacer.
El propósito de la generación profética actual es llevar a la iglesia como cuerpo (más que como individuos) a su madurez en entendimiento y preparar el camino para la segunda venida de Cristo (Efe 4:11-16, Hch 2:16-18)
Hch 3:21: restauración de los ministerios y la Iglesia a la plenitud de Cristo.
Antes de su manifestación gloriosa, preparar el camino de Cristo (2ª. Venida) (Mal 4:1-6).
1 Ped 2:9, Luc 1:17: preparar un pueblo realmente dispuesto.
Dispuesto para la batalla, la santidad, escuchar a Dios, ejecutar su Santa voluntad.



Identidad profética.
El profeta trae identidad al pueblo de Dios: lo que uno es y puede hacer en Cristo (Mal 4:5-6, Luc 1:17): un hijo y/o hija de Dios.
Trae también dirección, predicción, instrucción y revelación (2 Tim 3:16) para que podamos entender el propósito de nuestras vidas y nuestro en la iglesia y en los planes de Dios (2 Cor 5:17-18, Rom 8:19-21, Apo 1:5-6, Efe 1:3-23).



Misión profética.
Activar todo lo que hay dentro del Cuerpo de Cristo que ya fue puesto allí por El (Hch 13:1-2).
Preparar el camino para lo que Dios va a hacer: activar, habilitar, restaurar (Jn 1:23, Luc 1:17).
Dar la estrategia de Dios para tomar y establecer Su Reino sobre personas y lugares (1 Cor 14:8, Efe 3:10, Jer 1:10)
Traer los diseños celestiales para lo que Dios va a hacer (1 Ped 1:10-12)
Edificar el cuerpo de Cristo, traer a las personas a su verdadera identidad en Cristo (Efe 4:11-16)
Sacar a luz lo que Dios ha puesto en el corazón de las personas (revelación, dirección, propósito) (1 Cor 14:24-25).
Revelar a Cristo en la vida de las personas (Efe 3:8).
Activar los dones de Dios en las personas (1 Sam 9:16, 1 Sam 16:13, 1 Rey 19.16).
Revelar la Palabra, sacar a luz lo que estaba oculto, iluminarla (1 Cor 14:6, Efe 3:8-12)
Decretar la Palabra: activarla para que se cumpla ya (Ezeq 37:1-14).


05 Ago 2009