Estudio Bíblico

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El carácter del discípulo (14): la benignidad.



EL CARÁCTER DEL DISCÍPULO (14).
(La búsqueda de la excelencia).


LA BENIGNIDAD.



Objetivos de la enseñanza.
Desarrollar el concepto bíblico de la benignidad, entenderlo y aplicarlo en nuestra vida.
Conocer la verdad acerca de la benignidad desde la perspectiva de Dios y renovar nuestra mente al respecto.
Conocer las consecuencias de la benignidad para nuestras vidas.
Incorporar la benignidad a nuestro estilo de vida.
Conocer, entender, aplicar y desarrollar el fruto del Espíritu en nosotros para que esté disponible para aplicarlo en todo lo que se refiere a nuestra vida.


Definición.
Expresa la condescendencia típica del Juez Divino, que al rechazar la aplicación total de la ley permite que se levanten aquellos que de otro modo serían aplastados por su condenación.
Es una parte y expresión del fruto del Espíritu. Es la expresión, en la conducta, del amor.
Una orientación de la vida hacia los demás y para cumplir los propósitos de Dios para con nosotros.
Una persona dispuesta a la obediencia, propensa a complacer.
Denota benignidad o bondad: (a) en el sentido de lo que es recto, justo (Rom 3:12), (b) en el sentido de una disposición benigna de corazón, o de bondad en los hechos,
Significa, no meramente bondad como una cualidad, sino la bondad en acción, una benignidad que se expresa en actuaciones concretas; pero no la bondad expresándose en manera airada contra el pecado, por cuanto se contrasta en Rom 11:22 con la severidad, sino en gracia, ternura, y compasión.


Fuente.
Dios es benigno, no solo bueno, sino benigno, y lo demuestra activamente de varias maneras.
PRIMERO. Al enviar a Jesucristo a morir por nuestros pecados en la Cruz del Calvario (Jn 3:16).
SEGUNDO. Al tenernos paciencia para que nos arrepintamos de nuestros pecado y nos volvamos a El (Rom 2:4).
TERCERO. Al no consumirnos o destruirnos por nuestros pecados.
CUARTO. El hecho de que cada vez que pecamos nos da una salida a través de la confesión y el arrepentimiento (1 Jn 1:9).
QUINTO. Al habernos provisto junto con el perdón de pecados en Cristo, con toda bendición (Efe 1:3): salud, sanidad, restauración, liberación, prosperidad, etc.


Resultados.
Causar activamente el bien, no dañar, reparar, tener buena voluntad, benévolo.
Efecto de causar bien en los demás y en el entorno, permanentemente.
Ser de bendición, edificar y fortalecer, y no debilitar ni destruir.


La necesidad de la benignidad.
El efecto de nuestras acciones debe producir buenos resultados en nuestro entorno, causar bien y no intoxicar ni envenenar nuestro entorno (Mat 5:13-16).
Cada acción es una semilla. Nuestras acciones pueden dar semillas de tres tipos: buenas, malas o estériles.
Para dar buenos frutos, el entendimiento del ser humano debe estar lleno de Dios y de su consejo (Prov 23:7). El parámetro de referencia, el marco de valores deben tener un fundamente sólido para saber predecir el resultado de mis acciones, y ese fundamento solo puede ser Cristo que es el mismo ayer, hoy y siempre.
Numerosas personas viven vidas frustradas y sin propósito. Su vida es un problema. Y ello es porque tienen una vida egocéntrica, cerradas las puertas a la excelente experiencia de ser benignos (Efe 2:10), que es una virtud que se concentra en los demás, no en sí mismos.


Preguntas para autoevaluación.
¿Cuál es el significado bíblico de la benignidad?
¿Cómo se manifiesta?
¿Por qué la benignidad es necesaria para el discípulo?
¿Por qué tenemos una tendencia casi general a la venganza, el resentimiento, la amargura, y no a la benignidad?
¿Cuáles son las fuentes más relevantes de la benignidad?
¿Cuáles son los resultados más importantes de la benignidad?
¿Qué necesito hacer para que mi vida manifieste más benignidad?
¿Cómo y cuando lo haré y qué resultados espero como consecuencia?


23 Dic 2008
Referencia: Enseñanza 30.