Estudio Bíblico

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Cómo poner límites para guardar nuestro corazón.



• No podemos pretender ser más misericordiosos, amorosos, llenos de gracia, que Dios y no poner límites.
• Si no sabemos los parámetros para nuestra alma o los tenemos equivocados nos espera mucho dolor.
• Y si los demás no lo saben también les espera mucho dolor principalmente a aquellos a quienes les debiéramos enseñar a respetar los límites nuestros y a poner sus límites.
• La pareja.
• Los hijos.
• La familia.
• La Palabra de Dios nos enseña claramente esos parámetros y/o límites,
• Muchas veces no consideramos eso importante:
• Por ignorancia,
• Por negligencia,
• Por un falso amor hacia nuestras familias.
• Confundimos o pretendemos ignorar esos parámetros.
• Por relaciones pasadas frustradas cuando pusimos límites.
• Por cierto, si ello sucedió es porque Dios nos libró de relaciones en las cuales íbamos a sufrir abuso y dolor.
• No fallamos nosotros sino la otra persona.
• Ponernos límites es:
• Una responsabilidad de amor a nosotros mismos (dominio propio).
• Ponerle límites a los demás respecto a nosotros es una responsabilidad de amor frente a ellos (estorbarles el pecado).

Los limites nos definen y definen a otros.
Así como los límites físicos definen una porción geográfica, los límites personales definen a la persona.
• Son los que están claramente establecidos en la Palabra de Dios.
• Lo que somos y lo que no somos.
• Lo que podemos y lo que no podemos.
• Lo que son nuestras responsabilidades y lo que no son nuestras responsabilidades.
• Los límites de nuestra libertad, limitada por los límites de la de los otros.

Hay dos clases de límites:
• Los límites específicos son aquellos que están claramente establecidos en la Palabra de Dios.
• Los límites genéricos, que aun cuando no están enunciados específicamente en la Palabra, si existen los parámetros necesarios para establecerlos (1Co_10:23, 1Co_6:12, 1Co_10:31-32, Gal_5:13, Mat_7:12).
• Como podemos ver claramente en estos pasajes:
• Son aquello que la Biblia no nos prohíbe, o no nos manda a hacer concretamente.
• La determinación de si es viable el límite o no está determinado por los siguientes parámetros:
• Que nos convenga.
• Que nos edifique.
• Que no nos domine.
• Que sea para la gloria de Dios.
• Que no sirva de tropiezo a los incrédulos ni a los creyentes.
• Que no sea ocasión para la carne (la autocomplacencia, autogratificación y/o autoexaltación).
• Que no sea algo que no quisiéramos que nos hicieran a nosotros.
• Que sea algo que quisiéramos que los demás hicieran con nosotros.
• No se trata de aplicar solo uno de ellos a la situación sino todos en su conjunto.
• Si alguno de ellos no se cumple, entonces no debería ser objeto de un límite.

¿Cómo poner límites?
• Primero necesitamos reconocer la absoluta necesidad de ellos.
• Y reconocer es estar convencidos, tener plena certeza y convicción al respecto para ponerlos y obedecerlos (Heb_11:1, Heb_11:6, Heb_11:8) porque:
• Nuestro Creador y Padre, así lo requiere.
• Hemos sido hechos a imagen y semejanza de Dios.
• Si Él pone límites para consigo mismo y nosotros, nosotros también necesitamos ponerlos para consigo mismo y con otros.
• Los necesitamos para ejercer una buena mayordomía de nuestro ser, que nos ha sido dado por Dios, pero de la cual tendremos que dar cuentas ante Él.
• Necesitamos cuidar nuestro corazón, porque de ello depende la calidad de vida que vamos a vivir tanto aquí en la vida terrenal, como en la eternidad, y los límites nos ayudan a ello.
• Es una responsabilidad de amor:
• Para con Dios (obedecer sus mandamientos, Jua_14:15).
• Para con otros (estorbarles el pecado y no hacerles mal, 1Sa_3:13).
• Para con nosotros (guardar y atesorar lo que Dios nos ha dado)
• Su ausencia conlleva el abuso.
• Nos lleva a permitirlo en nosotros y/o causarlo en otros.
• Nos facilitarán el cumplimiento del propósito de Dios para nuestras vidas.
• Nos facilitarán el tener una vida plena, abundante, en bienestar en todos los ámbitos y en todos los momentos.
• Es necesario reconocer y usar los límites bíblicos (Sus mandamientos, principios, reglas y preceptos) adecuadamente (Sal_119:105, Rom_8:14).
• Son instrucciones de amor a favor de nosotros Sus hijos.
• Para mantenernos en el camino de Sus bendiciones.
• Necesitamos, para poder implementarlos, por lo menos:
• Un carácter firme, sin temor.
• Hacerlos conocidos por aquellos con los que nos relacionamos.
• Enseñarles a otros a poner también sus límites dentro de los parámetros de la Palabra de Dios (2Ti_1:7, 2Ti_2:2).


02 Abr 2024
Referencia: Carácter.