Estudio Bíblico

Jua_10:22-23. La fiesta de Chanukah.

En la antigüedad el Templo de Jerusalén había sido profanado:
Establecieron ídolos en sus atrios.
Se convirtió de hecho en un templo pagano lleno de profanación.
Fue profanado por invasores paganos.

Al final, el pueblo judío regresó del exilio.
Encontraron su Templo profanado y destruído.
Quitaron los ídolos.
Limpiaron sus atrios.
Recuperaron sus cuartos.
Restauraron sus utensilios.
Volvieron a encender su candelero santo.
Y lo rededicaron a Dios.
Esa rededicación del templo se llamó "Chanukah".

Pero Dios tiene otro templo, otra morada santa, creada igualmente para Su Presencia.
El templo somo nosotros.
Cada ser humano fue creado para ser la morada de la presencia de Dios, Su Santo Templo, el Templo de Su Gloria.
Pero, por la caída, ahora el mundo está lleno de templos de profanación.
Sin la Presencia de Dios nos convertimos en templos profanados, oscuros, llenos de ídolos.
Un templo creado para ser santo pero caído de su propósito.

Por ello necesitamos dejar entrar a Dios (Eze_36:24-27).
Que Él saque los ídolos.
Limpie las impurezas.
Restaure Su propósito.
Ilumine nuestros corazones,.
Llene nuestra vida de Su Presencia.

Y cuando nos convertimos al Señor nos convertimos en Su Templo.
Un templo dedicado a Dios.
Dios lo llena de Su Gloria.
Nos convertimos en Chanukah.

Aplicación práctica.
Convirtámonos al Señor de todo nuestro corazón (1Co_3:16).
Quitemos los ídolos de nuestro corazón (Jer_29:11, 1Jn_2:15-17).
Limpiemos nuestro corazón (Pro_4:23).
Volvamos a dedicar y consagrar Su Templo al Señor (2Co_6:16-18, 2Co_7:1).


Bibliografía: "El Libro de los Misterios", Jonathan Cahn.