Tesoros en el Cielo.
Mat_6:19-21.
No dice que no hagamos tesoros en la tierra; más bien, que los hagamos en la tierra pero más que acumularlos aquí, que son temporales, debemos procurar acumularlos en el cielo (Col_3:1-3; vivir con los pies en la tierra pero los ojos puestos en la eternidad, que nuestra vida terrenal apunte a la eternidad).
• Tesoros en el cielo (Luc_6:37-38, 1Co_3:11-15).
○ Nuestros actos de obediencia a Dios (no solo con el dar dinero) por amor.
○ Nuestros actos de obediencia a Dios por fe (Heb_11:8).
○ Nuestro servicio al prójimo por amor (Mat_22:39).
§ Testificar (Mar_5:18-20), predicar (Mat_16:15-16) y discipular, enseñarles la Palabra (Mat_28:19-20).
§ Las obras de misericordia (Mat_25:35-40).
Si nuestros tesoros son equivocados, también los deseos de nuestro corazón serán equivocados.
• Vivir con los pies en la tierra pero desde la perspectiva de Dios, con nuestra mirada, como meta, como objetivo, la eternidad (Col_3:1-3).
• No vivir para lo terrenal, que no solo es temporal sino que además, es enemigo de Dios (1Jn_2:15-17).
○ Autocomplacencia (búsqueda de placer, lujuria, hedonismo).
○ Autogratificación (búsqueda de comodidad, materialismo, codicia).
○ Autoexaltación (orgullo, arrogancia, jactancia, soberbia, etc.).
Lo que más atesoramos en nuestro corazón nos controlará (lo reconozcamos o no) (Mat_6:21, Luc_12:34).
• Si alguna otra cosa se ha vuelto ímportante en nuestra vida (compitiendo o siendo más importante que Dios), es necesario que nos deshagamos de ella en el sentido de restarle importancia en nuestro corazón para que la importancia total la tenga Dios (Jua_3:30, Mat_16:24-26).
Cuando le damos toda la importancia a Dios en nuestro corazón,
• Él ordenará todas las demás cosas.
• Las pondrá en su justo lugar (dejar todo por Dios provoca que Dios ocupe el lugar de suprema importancia en nuestra vida y recibiremos cien veces más de lo que hemos dejado atrás, además de la vida eterna) (Mat_19:29, Mar_10:29-30, Luc_18:29-30).
Optar por lo eterno y no por lo terrenal.
• Lo eterno es permanente, lo terrenal es temporal (Col_3:1-3).
• Si ponemos nuestra mirada en lo celestial, en Cristo, tendremos todas las cosas que necesitamos y más, además de hacer tesoros en el cielo (Gal_2:20, Col_1:27).
○ La esperanza de gloria:
§ El carácter de Cristo (2Co_3:18, Gal_5:22-23).
§ Las obras de Dios a nuestro favor (Sal_103, Sal_91).
§ Todas nuestras necesidades y más (Sal_23:1).
§ Aguas de reposo, delicados pastos, descanso (Sal_23:2, Mat_11:28-30).
§ Sendas de justicia (Sal_23:3, Mat_6:33).
§ Ánimo, apoyo, fortaleza, protección, seguridad, en los valles de sombra de muerte (Sal_23:4).
§ Victoria sobre nuestros angustiadores (Sal_23:5).
§ Unción, revelación y gozo, abundantes (Sal_23:5).
§ El bien y la misericordia nos seguirán siempre (Sal_23:6).
Y en la casa del Señor moraremos siempre (Sal_23:6, Sal_91).
No dice que no hagamos tesoros en la tierra; más bien, que los hagamos en la tierra pero más que acumularlos aquí, que son temporales, debemos procurar acumularlos en el cielo (Col_3:1-3; vivir con los pies en la tierra pero los ojos puestos en la eternidad, que nuestra vida terrenal apunte a la eternidad).
• Tesoros en el cielo (Luc_6:37-38, 1Co_3:11-15).
○ Nuestros actos de obediencia a Dios (no solo con el dar dinero) por amor.
○ Nuestros actos de obediencia a Dios por fe (Heb_11:8).
○ Nuestro servicio al prójimo por amor (Mat_22:39).
§ Testificar (Mar_5:18-20), predicar (Mat_16:15-16) y discipular, enseñarles la Palabra (Mat_28:19-20).
§ Las obras de misericordia (Mat_25:35-40).
Si nuestros tesoros son equivocados, también los deseos de nuestro corazón serán equivocados.
• Vivir con los pies en la tierra pero desde la perspectiva de Dios, con nuestra mirada, como meta, como objetivo, la eternidad (Col_3:1-3).
• No vivir para lo terrenal, que no solo es temporal sino que además, es enemigo de Dios (1Jn_2:15-17).
○ Autocomplacencia (búsqueda de placer, lujuria, hedonismo).
○ Autogratificación (búsqueda de comodidad, materialismo, codicia).
○ Autoexaltación (orgullo, arrogancia, jactancia, soberbia, etc.).
Lo que más atesoramos en nuestro corazón nos controlará (lo reconozcamos o no) (Mat_6:21, Luc_12:34).
• Si alguna otra cosa se ha vuelto ímportante en nuestra vida (compitiendo o siendo más importante que Dios), es necesario que nos deshagamos de ella en el sentido de restarle importancia en nuestro corazón para que la importancia total la tenga Dios (Jua_3:30, Mat_16:24-26).
Cuando le damos toda la importancia a Dios en nuestro corazón,
• Él ordenará todas las demás cosas.
• Las pondrá en su justo lugar (dejar todo por Dios provoca que Dios ocupe el lugar de suprema importancia en nuestra vida y recibiremos cien veces más de lo que hemos dejado atrás, además de la vida eterna) (Mat_19:29, Mar_10:29-30, Luc_18:29-30).
Optar por lo eterno y no por lo terrenal.
• Lo eterno es permanente, lo terrenal es temporal (Col_3:1-3).
• Si ponemos nuestra mirada en lo celestial, en Cristo, tendremos todas las cosas que necesitamos y más, además de hacer tesoros en el cielo (Gal_2:20, Col_1:27).
○ La esperanza de gloria:
§ El carácter de Cristo (2Co_3:18, Gal_5:22-23).
§ Las obras de Dios a nuestro favor (Sal_103, Sal_91).
§ Todas nuestras necesidades y más (Sal_23:1).
§ Aguas de reposo, delicados pastos, descanso (Sal_23:2, Mat_11:28-30).
§ Sendas de justicia (Sal_23:3, Mat_6:33).
§ Ánimo, apoyo, fortaleza, protección, seguridad, en los valles de sombra de muerte (Sal_23:4).
§ Victoria sobre nuestros angustiadores (Sal_23:5).
§ Unción, revelación y gozo, abundantes (Sal_23:5).
§ El bien y la misericordia nos seguirán siempre (Sal_23:6).
Y en la casa del Señor moraremos siempre (Sal_23:6, Sal_91).
24
Mar
2023