Despertándonos al Gigante que está en nosotros
Adentro de nosotros hay un "gigante espiritual" cuya altura no está determinada por la estatura sino por la fe.
La fe que necesitamos ya está en nosotros (Rom_12:3).
Necesitamos "despertarlo" (en realidad es dejarlo operar a favor de nosotros).
¿Cómo? Mediante el fortalecimiento de nuestra fe.
Rom_10:17. La fe se fortalece, se activa, por la Palabra de Dios, teniendo hambre de ella.
Tener hambre y sed de Dios es un tesoro de las riquezas de Su gracia, que lo podemos perder.
Jua_7:37-39. Si alguno tiene sed de Dios venga y tome del agua que yo le daré (no todos los creyentes tienen esa hambre y sed); de su interior correrán ríos de agua viva.
¿Por qué Josué se quedaba en el templo cuando Moisés salía y se iba a su tienda? (Exo_33:11).
Tenía hambre y sed de Dios.
Quería tener lo que Moisés tenía.
Se quedaba esperando por si Dios tenía algo para él.
El gigante que está con nosotros es Jehová (Jer_20:11) en la persona del Espíritu Santo; Su Plenitud.
Está dentro de nosotros por causa de la obra redentora de Cristo, somos Su templo (1Co_3:16).
El es mayor que cualquier otra cosa que pueda haber en el mundo (espiritual y/o natural) (1Jn_4:4)
Hay que darle lugar al Espiritu Santo en las decisiones y acciones de nuestrra vida:
Pedro ante el Sanedrín (Hch_4:8).
Esteban en su apedreamiento (Hch_7:55).: llenos del Espíritu Santo).
Bernabé en Antioquía (Hch_11:24).
Pablo vrs Elimás el mago en Chipre (Hch_13:9-11).
¿Qúe necesitamos hacer?
Primero, avivar su fuego en nosotros (2_Tim 1:6), amigarnos con Él (Stg_4:5).
Segundo, ser contínuamente llenos de Él (Efe_5:18).
No contristarlo (enojarlo, entristecerlo), apartarnos del pecado (Efe_4:30).
No "apagarlo" (no hacerlo a un lado, no menospreciarlo), obedecerlo, respetarlo, tratarlo como persona, no como cosa o fuerza (1Te_5:19).
Buscar conocerlo cada día más por la Palabra y por la comunión con Él (Stg_4:5).
La fe que necesitamos ya está en nosotros (Rom_12:3).
Necesitamos "despertarlo" (en realidad es dejarlo operar a favor de nosotros).
¿Cómo? Mediante el fortalecimiento de nuestra fe.
Rom_10:17. La fe se fortalece, se activa, por la Palabra de Dios, teniendo hambre de ella.
Tener hambre y sed de Dios es un tesoro de las riquezas de Su gracia, que lo podemos perder.
Jua_7:37-39. Si alguno tiene sed de Dios venga y tome del agua que yo le daré (no todos los creyentes tienen esa hambre y sed); de su interior correrán ríos de agua viva.
¿Por qué Josué se quedaba en el templo cuando Moisés salía y se iba a su tienda? (Exo_33:11).
Tenía hambre y sed de Dios.
Quería tener lo que Moisés tenía.
Se quedaba esperando por si Dios tenía algo para él.
El gigante que está con nosotros es Jehová (Jer_20:11) en la persona del Espíritu Santo; Su Plenitud.
Está dentro de nosotros por causa de la obra redentora de Cristo, somos Su templo (1Co_3:16).
El es mayor que cualquier otra cosa que pueda haber en el mundo (espiritual y/o natural) (1Jn_4:4)
Hay que darle lugar al Espiritu Santo en las decisiones y acciones de nuestrra vida:
Pedro ante el Sanedrín (Hch_4:8).
Esteban en su apedreamiento (Hch_7:55).: llenos del Espíritu Santo).
Bernabé en Antioquía (Hch_11:24).
Pablo vrs Elimás el mago en Chipre (Hch_13:9-11).
¿Qúe necesitamos hacer?
Primero, avivar su fuego en nosotros (2_Tim 1:6), amigarnos con Él (Stg_4:5).
Segundo, ser contínuamente llenos de Él (Efe_5:18).
No contristarlo (enojarlo, entristecerlo), apartarnos del pecado (Efe_4:30).
No "apagarlo" (no hacerlo a un lado, no menospreciarlo), obedecerlo, respetarlo, tratarlo como persona, no como cosa o fuerza (1Te_5:19).
Buscar conocerlo cada día más por la Palabra y por la comunión con Él (Stg_4:5).
18
Mar
2022