Estudio Bíblico

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El libro de Job y la consejería (3).



06. Las necesidades del aconsejado.



En reiterados momentos y ante los ataques que le hacen sus "amigos" y/o "consejeros" Job da aviso de que no lo están haciendo bien así como de las necesidades que él está enfrentando en ese momento, a todo lo cual los amigos hacen oídos sordos, volviéndose consejeros inútiles.

• Job 19:21-22. "¡Oh, vosotros mis amigos, tened compasión de mí, tened compasión de mí! Porque la mano de Dios me ha tocado. ¿Por qué me perseguís como Dios, Y ni aun de mi carne os saciáis?"

• Job 21:34. "¿Cómo, pues, me consoláis en vano, Viniendo a parar vuestras respuestas en falacia?"

• Job 26:1-4. "Respondió Job, y dijo: ¿En qué ayudaste al que no tiene poder? ¿Cómo has amparado al brazo sin fuerza? ¿En qué aconsejaste al que no tiene ciencia, Y qué plenitud de inteligencia has dado a conocer? ¿A quién has anunciado palabras, Y de quién es el espíritu que de ti procede?"

Las necesidades que Job manifiesta son, en general, las mismas necesidades que tienen todos los que acuden a la consejería y están experimentado algún tipo de aflicción en su corazón:

• Ayuda para encontrar esa luz al final del túnel que le permita salir del hoy en el que se encuentra.

• Compasión, que equivale a misericordia y gracia antes sus faltas.

• Consolación ante el sufrimiento: palabras de ánimo, de consuelo, de esperanza, de que todo va a estar bien al final de cuentas.

• Amparo, protección frente a la adversidad; sentirse protegido, tutelado por alguien.

• Consejo inteligente, experto, de alguien que entiende su necesidad, que se solidariza con él y que está interesado en verlo salir adelante y superar victoriosamente toda situación que le aqueja y le causa aflicción.

• Dirección del Espíritu Santo, y definitivamente, este es el ingrediente más necesario: que el consejo proceda de Dios que conoce el corazón y el camino de salida de toda situación contraria. Sin la dirección del Espíritu Santo, cualquier consejería y/o consejo solo pueden ser, a lo sumo, buenas intenciones, porque si no proceden de Él proceden de la sabiduría humana, y la Palabra nos enseña que hay caminos que al ser humano le parecen derechos en su propia opinión pero cuyo0o fin es muerte (más problemas).

• Prov 16:25. “Hay camino que parece derecho al hombre, pero su fin es camino de muerte.

De ninguna manera significa que debamos, como consejeros, ser perfectos o tener desarrolladas al mayor grado esas cualidades, pero significa que necesitamos no solo saber la importancia de esas necesidades y hacer un compromiso con nosotros mismos, con Dios y con nuestros aconsejados, de procurar adquirir esas características, desarrollarlas cada día al mayor grado posible y ponerlas al servicio de Dios y de los aconsejados. Un consejero con una actitud de este tipo, un corazón con esa intención y compromiso, Dios lo respaldará y el Espíritu Santo lo equipará cada día con lo necesario para bendecir la vida de los aconsejados que Él mismo le traiga. Además de ello, pondrá su alcance a otros consejeros que lo ayudarán en caso de necesidad cuando él se sienta insuficiente para bendecir la vida de algún aconsejado, porque lo mismo que sembramos, eso cosecharemos. Si tenemos un corazón así para con los aconsejados, Dios nos proveerá de un consejero experto que nos guiará de la misma manera que nosotros guiamos al aconsejado.

Ayudar significa, además de mostrar misericordia y consolar (que de por si constituyen ya una gran ayuda), el apoyo necesario y permanente para que el aconsejado supere cada etapa de la solución del problema con seguridad, con ánimo.

• Esto implica un acompañamiento y un seguimiento en todas las etapas hasta que el aconsejado se sienta totalmente seguro de poder caminar el camino él solo (un discipulado y pastoreo mientras supera la situación y aprende a superar otras situaciones problemáticas que puedan manifestarse en el futuro en su vida.

• Implica estar disponible para el aconsejado en todo momento que sea posible y que la prudencia y la sabiduría lo aconsejen, sin caer en el paternalismo o proteccionismo castrante de las habilidades y capacidades que necesita el aconsejado no solo para superar sus situaciones problemáticas (que va a tener que enfrentar más adelante en su vida) sino para vivir una vida de permanente victoria en Cristo.

• La ayuda necesita ser tal que sea una ayuda consoladora, edificadora y animadora, no castradora, una capacitadora no proteccionista.

o Hch 20:35 En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.

o Exo 23:5 Si vieres el asno del que te aborrece caído debajo de su carga, ¿le dejarás sin ayuda? Antes bien le ayudarás a levantarlo." (Si Dios nos enseña que hagamos eso por un asno, ¿cuánto más no lo deberíamos hacer por una persona, principalmente alguien que es nuestro hermano en Cristo?)

Un creyente, conforme nos lo enseña la Palabra necesita ser misericordioso, pero en el caso de un consejero lo necesita mucho más por cuanto él siempre va a estar tratando con el pecado de las personas que es, en última instancia, la causa fundamental de sus problemas.

• Necesita, entonces, ser compasivo, que implica ser lleno de misericordioso, lleno de gracia para con otras personas.

• Un creyente, y más aún, un consejero con dureza en su corazón de ninguna manera será ni creyente ni consejero, podrá ser cualquier cosa, menos eso.

o Mat 5:7. "Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia."

o Luc 6:36. "Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso."

o Efe 4:32. "Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo."

o 1 Ped 3:8. "Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables;"

Consolación. Igualmente necesita ser una persona experimentada en superar experiencias difíciles de la vida.

• Generalmente cuando uno ha pasado por experiencias difíciles, el amor del Padre que ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo se va a manifestar en el anhelo de ayudar a otros a superar las mismas situaciones por las que hemos pasado.

• Una persona sin la experiencia de superar problemas, difícilmente va a poder dar un consejo sabio y práctico a otra persona que esté pasando por una situación que él mismo no ha pasado a menos que esté fundamentado en un 100% en la Palabra de Dios y sea con todo seguridad el Espíritu Santo Quién lo dé, y no solo provea el consejo, sino también los pasos prácticos que el aconsejado necesita dar para ponerlo por obra.

o 2 Cor 1:3-7. "Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios. Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación. Pero si somos atribulados, es para vuestra consolación y salvación; o si somos consolados, es para vuestra consolación y salvación, la cual se opera en el sufrir las mismas aflicciones que nosotros también padecemos. Y nuestra esperanza respecto de vosotros es firme, pues sabemos que así como sois compañeros en las aflicciones, también lo sois en la consolación."

Amparo significa protección. Dios es por naturaleza, Padre, y un padre, en el mejor sentido de la palabra es alguien que protege, acoge, guarda, cubre, da seguridad y aceptación, además de amor y dirección.

• Y esas son precisamente las cosas que necesita un aconsejado mientras está enfrentado las situaciones difíciles de su vida que aparentemente superan sus posibilidades y/o fuerzas.

• Esa situación de amparo le fortalecerá, le dará la seguridad que requiere para enfrentarse, combatir y vencer a los gigantes que lo están atacando, y cuando eso hacemos, así como cuando ponemos en práctica las otras características que requería Job de sus "amigos" estamos manifestando el carácter y cualidades de Dios que acercarán al aconsejado a Él; no hacerlo significará mostrarle a un Dios castigador, o por lo menos indiferente, lo cual Dios no es en ninguna manera.

o Sal 10:14. "Tú lo has visto; porque miras el trabajo y la vejación, para dar la recompensa con tu mano; a ti se acoge el desvalido; tú eres el amparo del huérfano."

o Sal 46:1. "Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones."

o Sal 59:16. "Pero yo cantaré de tu poder, y alabaré de mañana tu misericordia; porque has sido mi amparo y refugio en el día de mi angustia."

Consejo inteligente (o consejo sabio) es una cualidad que necesitamos siempre de los consejeros y de lo que hace énfasis la Palabra.

• Contar con un consejero sabio (conocedor y practicante de la Palabra, y con experiencia en la solución de los problemas de la vida) es un recurso sumamente necesario e importante que Dios quiere poner a disposición de los aconsejados y de todas las personas.

• No se trata de dar un consejo a la ligera (eso cualquiera lo puede hacer) sino un consejo práctico, fundamentado en la Palabra de Dios y probado, que da resultado en las situaciones específicas de los aconsejados, y que va acompañado de pautas efectivas y viables para su aplicación.

• Si en nuestro corazón está el ser eso para los aconsejados, Dios también nos respaldará con la preparación y experiencia necesarios para llegarlo a ser, así como con el consejo (asesoría, enseñanza, tutelaje) de consejeros sabios con mayor experiencia que nosotros que nos guiarán hacia el logro de convertirnos en consejeros sabios para nuestros aconsejados.

o Prov 1:5. "Oirá el sabio, y aumentará el saber, y el entendido adquirirá consejo,"

o Prov 11:14. "Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo; más en la multitud de consejeros hay seguridad."

o Prov 15:22. "Los pensamientos son frustrados donde no hay consejo; más en la multitud de consejeros se afirman."

o Prov 20:18. "Los pensamientos con el consejo se ordenan; y con dirección sabia se hace la guerra."

o Prov 24:6. "Porque con ingenio harás la guerra, y en la multitud de consejeros está la victoria."

o Prov 27:9. "El ungüento y el perfume alegran el corazón, y el cordial consejo del amigo, al hombre."

Dirección del Espíritu Santo. Por mucho, y sin menospreciar a otros consejeros sabios que nos pueden apoyar en la tarea de prepararnos y aconsejarnos para alcanzar la meta de ser consejeros sabios y efectivos para nuestros aconsejados, el mejor consejero al que podemos recurrir siempre, que siempre está disponible y que tiene todo el poder, conocimiento y sabiduría para respaldarnos es el Espíritu Santo.

• Para un consejero, la dirección y ayuda permanente del Espíritu Santo es vital porque solamente Él conoce el corazón de los aconsejados y las soluciones para resolver sus situaciones y alcanzar victoria.

• Solo Él puede cambiar los corazones (no nosotros) y sin Su dirección y ayuda, será imposible que el corazón de los aconsejados (que es la fuente de donde manan sus problemas) sea transformado, liberado y restaurado.

• Por ello, la comunión con el Espíritu Santo, recibir Su dirección y Su ayuda, Sus dones, etc., es vital para todo consejero.

• Hay varios dones que un consejero necesita recibir del Espíritu Santo para poder ser un consejero efectivo.

o Si no los ha recibido, según usted, pero tiene un llamado a la consejería bíblica, con seguridad los recibirá más pronto que tarde; ello no impide que usted ejerza la consejería si verdaderamente tiene una pasión, un llamado para ejercerla y si tiene una buena comunión con el Espíritu Santo, pero pídalos y reciba con fe-

o De hecho, si está comenzando a ejercer la consejería, o ya lo ha hecho durante un tiempo, y lo ha hecho recibiendo un llamado de Dios para ello y/o siente una pasión por ayudar al quebrantado, seguro que los dones de servicio, de hacer misericordia, de la enseñanza, de la exhortación, por lo menos, ya los tiene, aunque muy posiblemente los otros también en algún grado, aunque usted no se hay percatado de ello.

o Esos dones asociados con la consejería bíblica son:

• Palabra de conocimiento y/o ciencia: la revelación de cosas escondidas del pasado del aconsejado que son la causa determinante de los patrones de conducta negativos (pecados) que inciden en la situación que enfrenta.

• Palabra de sabiduría: la revelación de cosas que solo Dios conoce sobre el futuro del aconsejado que nos guían a prepararlo y discipularlo para enfrentar exitosamente las situaciones futuras de su vida.

• Discernimiento de espíritus, que le revelan dos cosas: el espíritu que le está sugiriendo el camino a seguir con el aconsejado (que solo debe ser el Espíritu Santo, diferenciándolo del espíritu humano y de los espíritus demoníacos), y en relación al aconsejado el espíritu de las tinieblas que lo está controlando o tratando de controlar a través de la situación que está enfrentando, para liberarlo y proveerle las armas espirituales para que pueda reconocer su operación futura y echarlo fuera.

• El don de enseñanza para enseñarle al aconsejado las cosas que necesita poner en práctica para conocer la verdad y ser libre.

• El don de profecía para edificar, consolar y exhortar al aconsejado en su caminar diario hacia la solución y victoria sobre la situación que está enfrentando y las situaciones que podrá enfrentar en el futuro.

• El don de servicio. De por sí, la consejería es un servicio de amor que prestamos a nuestros hermanos y hermanas en la fe como una manifestación del amor al prójimo y del amor de Dios hacia ellos. La consejería bíblica es un llamado y un servicio, no un empleo.

• El don de la exhortación. La exhortación consiste en animar mediante la Palabra y guiado por el Espíritu Santo, al aconsejado, a cambiar, a permitirle al Espíritu Santo que lo transforme.

• El don de hacer misericordia. Hacer misericordia es tener compasión de los que se duelen y ayudarlos a superar y resolver el dolor, no escandalizándose ni acusándolo, juzgándolo ni condenándolo por sus pecados, errores, fracasos, etc., y por lo mismo, aplicar Luc 4:18-19.

 1 Cor 12:7-10. "Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho. Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas."

 Rom 12:6. "De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría."

 Luc 4:18-19. "El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor."

24 Abr 2020