Estudio Bíblico

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Efesios 1:3-14 (3a. parte).



El propósito divino de Dios en Cristo para nosotros (3a. Parte).


Efe 1:3-14.
(3) Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,
(4) según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él,
(5) en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad,
(6) para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado,
(7) en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia,
(8) que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia,
(9) dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo,
(10) de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra.
(11) En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad,
(12) a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo.
(13) En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,
(14) que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.


Otras de las bendiciones con las que Dios nos bendijo en los lugares celestiales en Cristo Jesús, son las siguientes:
• Su Iglesia, Su pueblo.
• Herederos de Dios.
• Sellados con el Espíritu Santo.



LA IGLESIA. La colaboradora de Dios en el cumplimiento de Su propósito de unir.
• La Iglesia es la evidencia de que Dios está ocupado en reunir a un mundo quebrantado.
• Una sola Iglesia, con muchos miembros diferentes es una buena evidencia (1 Cor 12).
• La Iglesia, a pesar de algunas cosas que dificultan la unidad (carnalidad, cizaña creciendo junto con el trigo, etc.), es la prueba inequívoca de que Dios está avanzando en el cumplimiento de ese propósito.
○ Esas imperfecciones son precisamente las cosas que Dios usa para que crezcamos en la unidad a pesar de las diferencias (una unidad donde no hay diferencias es fácil de alcanzar, pero así mismo es también fácil de destruír; en cambio, una unidad en medio de dificultades se solidifica mucho más).
• La Iglesia es un grupo humano en el cual ha prevalecido la unión sobre las fuerzas del odio y del prejuicio.
○ Gal 3:28. "Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. "
§ El reunir en un solo pueblo a judíos y gentiles, que una vez fueron enemigos, es la clave.
§ La distancia entre los judíos y gentiles había sido superada; en Cristo estaban en la misma esfera.
§ La evidencia de que de los dos pueblos había hecho uno se da muy temprano en los inicios de la Iglesia: el derramamiento del Espíritu Santo sobre judíos en Pentecostés, y posteriormente, sobre gentiles en la casa de Cornelio.


Herederos de Dios (vrs 11).
• La palabra griega que se traduce "herederos" también significa heredad (o herencia). Nosotros somos heredad (propiedad) y herencia de Dios por la muerte de Cristo.
• Pero también, como hijos e hijas, somos herederos de Él, coherederos con Cristo (Rom 8:17, Efe 3:6).
○ Herederos de las bendiciones divinas.
○ Somos la porción escogida (heredad).
○ Esto lo ha hecho posible Cristo, por la iniciativa y la acción exclusivas de parte de Dios, nuestro Padre.
○ Habiendo sido conocidos desde antes de la fundación del mundo y predestinados para ser hijos de Dios, la herencia nos ha sido definida y determinada de antemano.
§ Los límites y condiciones fueron pr3edeterminados en el consejo celestial antes de la creación del mundo (Jer 29.11, Prov 4:18, Efe 1:3).
• Nuestra herencia es, entre otras muchas:
○ Habitar en la Gran Casa de Dios, la eternidad.
○ La seguridad del cumplimiento de nuestra redención.
○ La vigencia diaria de la misericordia y la gracia de Dios para con nosotros (Lam 3:22-23).
○ El cumplimiento de los buenos propósitos de Dios para con nosotros (Sal 138:8).
○ El cumplimiento seguro de todas las promesas de Dios (2 Cor 1:20).
○ Todo ello parcialmente en la vida terrenal (primicias) y completamente en la eternidad.



Sellados con el Espíritu Santo de la promesa (vrs 13-14).
• El Espíritu Santo tiene dos funciones en la comunidad de creyentes.
○ La primera es la transformación.
○ La segunda: el sello era usado por el mundo antiguo como una garantía de autenticidad, como una señal de propiedad.
• La presencia del Espíritu Santo en la vida de los creyentes nos marca de tres maneras:
○ Que somos auténticamente hijos e hijas de Dios.
○ Que somos propiedad de Él (y más que propiedad, somos sus hijos e hijas), y como propiedad de Él estamos llamados a trabajar en sus propósitos (restaurar todas las cosas a la unidad con Cristo).
§ 2 Cor 5:17-19. "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.  Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación;  que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación."
○ Que nuestra redención final (la vida eterna futura) está garantizada.
§ Fil 1:6. "estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo; "

01 Abr 2016
Referencia: Efesios 09.