Estudio Bíblico

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Preparándonos para la venida de Cristo (2).



Luc 12:35-48. Estén ceñidos vuestros lomos, y vuestras lámparas encendidas; y vosotros sed semejantes a hombres que aguardan a que su señor regrese de las bodas, para que cuando llegue y llame, le abran en seguida. Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su señor, cuando venga, halle velando; de cierto os digo que se ceñirá, y hará que se sienten a la mesa, y vendrá a servirles. Y aunque venga a la segunda vigilia, y aunque venga a la tercera vigilia, si los hallare así, bienaventurados son aquellos siervos. Pero sabed esto, que si supiese el padre de familia a qué hora el ladrón había de venir, velaría ciertamente, y no dejaría minar su casa. Vosotros, pues, también, estad preparados, porque a la hora que no penséis, el Hijo del Hombre vendrá. Entonces Pedro le dijo: Señor, ¿dices esta parábola a nosotros, o también a todos? Y dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y prudente al cual su señor pondrá sobre su casa, para que a tiempo les dé su ración? Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así. En verdad os digo que le pondrá sobre todos sus bienes. Mas si aquel siervo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir; y comenzare a golpear a los criados y a las criadas, y a comer y beber y embriagarse, vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe, y le castigará duramente, y le pondrá con los infieles. Aquel siervo que conociendo la voluntad de su señor, no se preparó, ni hizo conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes. Mas el que sin conocerla hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco; porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá.


Luc 12:35-48.
• Estén ceñidos vuestros lomos, y vuestras lámparas encendidas;
• y vosotros sed semejantes a hombres que aguardan a que su señor regrese de las bodas,
• para que cuando llegue y llame, le abran en seguida.
• Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su señor, cuando venga, halle velando; de cierto os digo que se ceñirá, y hará que se sienten a la mesa, y vendrá a servirles. Y aunque venga a la segunda vigilia, y aunque venga a la tercera vigilia,
• si los hallare así, bienaventurados son aquellos siervos.
• Pero sabed esto, que si supiese el padre de familia a qué hora el ladrón había de venir, velaría ciertamente, y no dejaría minar su casa.
• Vosotros, pues, también, estad preparados, porque a la hora que no penséis, el Hijo del Hombre vendrá. Entonces Pedro le dijo: Señor, ¿dices esta parábola a nosotros, o también a todos? Y dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y prudente al cual su señor pondrá sobre su casa, para que a tiempo les dé su ración?
• Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así. En verdad os digo que le pondrá sobre todos sus bienes.
• Mas si aquel siervo dijere en su corazón: y comenzare a golpear a los criados y a las criadas, y a comer y beber y embriagarse, vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe, y le castigará duramente, y le pondrá con los infieles.
• Aquel siervo que conociendo la voluntad de su señor, no se preparó, ni hizo conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes.
• Mas el que sin conocerla hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco;
• porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá.


Conclusiones.
• Nuestra salvación, si realmente hemos nacido de nuevo, está asegurada.
• Sin embargo para determinar nuestra eternidad (premios, galardones, coronas, recompensas y tesoros) son importantes nuestras obras y resultados de obediencia a la Palabra y al Espíritu Santo.
○ Conocimiento de la Palabra.
§ Procurar presentarnos aprobados como obreros que no tienen de que avergonzarse, que usan bien la Palabra de Verdad.
○ Llenos del Espíritu Ssanto.
§ El Espìritu Santo es nuestro Ayudador.
§ Sin Él no lo vamos a poder lograr.
○ Comunión del Espíritu Santo.
§ Él nos anhela celosamente, con un corazón contrito y humillado.
§ El quiere ayudarnos a recordar la Palabra, guiarnos en ella y ayudarnos a obedecerla.
○ Fruto (negación de la carne y carácter de Cristo).
§ Todo aquello que hacemos según nuestra voluntad no según la voluntad de Dios debe ser negado y hacer solamente la Voluntad de Dios.
§ Necesitamos manifestar y crecer cada día más en la manifestación del Fruto del Espíritu, del carácter de Cristo.
○ Servicio.
§ El Señor nos llamó para salvarnos y para que le sirviéramos.
§ Servirle es parte de ser una Iglesia Gloriosa y Santa como la que Cristo vino a buscar.
§ El principal servicio que podemos hacer para el Señor es la evangelización y el discipulado, e ministrar a otros con nuestros dones, capacidades y habilidades.

• Nuestros pecados no van a ser sujetos de evaluación. Dios ya los perdonó y los ocultó en el fondo del mar y nunca más se acordará de ellos.
• Las buenas obras no van a ser sujetas de evaluación. Dios las diseñó de antemano para que anduviéramos en ellas.
• Lo que va a ser expuesto al juicio, entonces, va a ser nuestra obediencia, pero no la obediencia externa sino la obediencia del corazón, la que surge de una dependencia y sujeción al Espíritu Santo en lugar de a nuestra propia prudencia.

28 Mar 2016
Referencia: Santificación.