Estudio Bíblico

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Las batallas del liderazgo.



INTRODUCCIÓN.
1 Tim 6:12 y 2 Tim 4:7: pelear la buena batalla de la fe, acabar la carrera y guardar la fe; nos espera una corona de justicia.


EFE 6:10-18.
Todos los creyentes tenemos una batalla que librar, aunque para los líderes la batalla es mayor.
Esa batalla es contra las asechanzas del diablo, contra principados, potestades, gobernadores de las tinieblas, huestes espirituales de maldad.
Muchas veces usan personas, algunas de ellas cristianas, sin madurez, sabiduría ni conocimiento, pero debemos tener siempre claro que nuestra lucha no es contra ellas.
Nuestras reacciones a estos ataques manifiestan el nivel de nuestra madurez.
1 Ped 3:9: a las personas, bendecirlas (no devolver mal por mal).
1 Jn 2.1: confiar en el Señor, El es nuestro abogado.
Luc 18:7-9: El nos hará justicia.
Prov 6:16-19: seis cosas aborrece el Señor y siete abomina: los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos que derraman sangre inocente, el corazón que maquina pensamientos inicuos, los pies presurosos para correr al mal, el testigo falso que habla mentiras y el que siembra discordia entre hermanos.
Rom 14:10-13, Mat 7.1-2: juzgar es una ocasión de caer nosotros y otros (les ponemos tropiezo con ello).
El temor de Dios nos debe impedir juzgar o enjuiciar a otros, aún cuando haya pecado en sus vidas.
Nuestro deber hacia ellos es restaurarlos con espíritu manso.
Necesitamos fortalecernos en el Señor y en el poder de Su fuerza: Espíritu Santo.


2 TIM 4:17-18:
El Señor estuvo a mi lado: buscarlo, refugiarnos en El.
Me dio fuerzas: no es con espada ni con ejército sino con su Santo Espíritu.
El Señor me librará de toda obra mala: somos más que vencedores (Rom 8:37).
El Señor me preservará para Su Reino: nadie nos podrá arrancar de Su Mano (Jn 10:28).
Estar vestidos todo el tiempo con la armadura de Dios: la Palabra.
Para resistir y estar firmes: tiempo y paciencia.
Las batallas son parte inseparable de la preparación y el llamamiento: de la manera como reaccionemos ante ellas va a depender que seamos víctimas o vencedores.


LA BUENA BATALLA DE LA FE.
Contra la duda y el temor.
2 Cor 10:4-6: contra fortalezas y argumentos que se levanten contra el conocimiento de Dios: religión, tradicionalismo, normas y reglas humanas, humanismo.
Rom 14:23: contra el pecado (1 Jn 1:9).
Zac 3:1: contra las acusaciones del diablo.
Num 11:14-15: contra la centralización de tareas, el exceso de trabajo y el cansancio, que nos hacen vulnerables (Elías ante la amenaza de Jezabel).
Jer 17:9: contra el engaño de nuestro propio corazón.
Contra perder el enfoque en las prioridades (Hab 2.2-4; Nehemías ante la invitación de sus detractores).
Contra valorar lo incorrecto en el momento inapropiado: David con Betsabé.


ÁREAS DE BATALLA.
Todas las áreas de nuestra vida (1 Tim 3.1-7).
• Personales: Espíritu, alma y cuerpo (1 Tes 5:23).
• Matrimoniales y familiares.
• Económicas.
• Relacionales: quejas, murmuración, celos, envidia, contiendas, divisiones.
Necesitamos cuidar y estar atentos siempre en todas las áreas de nuestra vida.



24 Jun 2008
Referencia: Ministerio.