Estudio Bíblico

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Problemas en el matrimonio (3) (apuntes).



UN ENEMIGO COLATERAL: EL MANEJO DEL DINERO.


Introducción.
Una de las presiones que se viven en el matrimonio y en la familia, que incide en nuestro comportamiento en esta área de la vida, es nuestra actitud hacia el dinero, principalmente hacia la falta de dinero para cumplir con todos nuestros gustos y deseos.
El dinero también es un recurso que Dios nos ha dado para usarlo para Su gloria y sus fines. De tal manera que el dinero necesitamos que sea nuestro siervo, no nuestro amo, que sea un medio, no un fin. Si el dinero se convierte e nuestro amo y en un fin en sí mismo, ello va a afectar nuestra actitud y conducta en el matrimonio y en la familia.
Igual cosa sucede cuando enfrentamos dificultades económicas: van a afectar nuestra actitud y conducta en el matrimonio y la familia. Las dificultades económicas son un síntoma de una mala actitud del carácter, que entre muchas formas, se manifiesta en:
Gasto indisciplinado y egoísta (endeudamiento).
Negligencia hacia el dinero.
Indisciplina (no restringir los gastos ni guiarse por un presupuesto).
Falta de conocimiento.



Mat 10:16.
A fin de evitar actitudes y comportamientos negativos que nuestra relación con el dinero puede provocar en nuestro matrimonio, la Palabra nos enseña la necesidad de ser prudentes y sencillos, de llevar un estilo de vida sencillo y tener contentamiento (no conformismo) con él. De esa manera vamos a:
UNO. No ceder a la publicidad engañosa, seductora de nuestras emociones.
DOS. No ceder al “crédito fácil” (Prov 22:7, Rom 13:8). Ceder al crédito fácil (tarjeta de crédito / créditos al consumo) es una señal manifiesta de un carácter indisciplinado, que se manifiesta evidentemente en el área del dinero, pero que también se presenta más sutilmente en otras áreas como ceder fácilmente a las tentaciones, evadir la solución de problemas que requieran esfuerzos significativos, etc.
TRES Salir a comprar con una lista definida de antemano y con solo el dinero necesario.
CUATRO. En la compra de vivienda, adquirir una hipoteca que no vaya más allá de nuestra capacidad de pago actual (sustitución de alquiler), con cuotas que ante la eventualidad de cambios negativos en la situación económica, aún podamos pagar.
CINCO. Poner todas las salvaguardas posibles a la “compulsión de comprar”.
SEIS. Tener muy, pero muy clara, la diferencia entre “necesidades” y gustos (“¿Por qué gastar en lo que no es pan –necesidad--?) (Isa 55:2).



Prov 27:23.
La necesidad de un presupuesto y disciplina para cumplirlo se da por una de dos situaciones, a las que nos enfrentamos necesariamente: o vivimos por encima de nuestros ingresos y necesitamos limitar nuestros gastos para pagar nuestras deudas, o nuestros ingresos superan nuestros gastos y necesitamos resistir la tentación de compras innecesarias (resistir la tentación del lujo y hacer inversiones sabias: previsión e inversiones eternas.
El presupuesto, en todo caso, nos ayuda a estar libres de tensión y esclavitud económica y además nos disciplina para ser confiables delante de Dios con las riquezas terrenales para que nos sean confiadas las eternas (las verdaderas riquezas, Luc 16:11) y nos facilita el enfocarnos en ser ricos para con Dios (Luc 12:21, 2 Cor 9:6-8, 10-11).
Algunos principios que sugerimos para hacer un presupuesto, son los siguientes:
Como esposo y esposa necesitan ser uno, lo necesitan ser también en el área del dinero. Por lo tanto, necesitan unificar sus ingresos personales, así como también sus gastos, es decir, su presupuesto, aún cuando por cuestiones prácticas, uno de los dos se haga responsable de emitir los pagos correspondientes a ciertos gastos, y el otro, de los demás gastos.
El orden ideal de la distribución de los ingresos sería:
Primero, lo que se da a Dios (diezmos y ofrendas).
Segundo, los gastos se dividen, en orden de importancia, en:
Necesidades familiares: todo lo que implica vivienda y sus servicios, alimentación, salud, ropa, educación y transporte..
Pagos de deudas.
Gastos personales.
Inversión en previsión: seguros de vehículo contra terceros, seguros de vida, seguros de gastos médicos, seguros funerarios.
Ahorro e inversión: fondo de emergencias y fondo para la vejez.
Gustos; viajes, vacaciones, joyas, etc.
Cada uno de esos renglones se subdivide en los gastos específicos que se ordenan dentro de cada renglón de más importante a menos importante, y se determina el monto necesario para atender a cada uno de ellos, aún cuando por el momento no se tengan los ingresos suficientes para cubrirlos todos.
Una vez hecho esto, los ingresos que se tienen cada mes entre ambos, se distribuyen, primero, en el orden que hemos determinado de renglones, y, dentro de ellos, en el orden de la importancia de gastos, por el monto establecido para cada uno, hasta donde alcancen los ingresos.
Para aquellos gastos que no se alcancen a cubrir, cuando haya incrementos de ingresos, entonces se incluirán en el presupuesto de gastos. Si no alcanzan los ingresos para cubrir los pagos de deudas, entonces deberán buscarse otras opciones como una moratoria de pagos, renegociación con los deudores, venta de artículos innecesarios, consolidación de deudas a largo plazo, etc., que no impliquen dejar de cubrir las necesidades de la familia.
Se sugiere que antes de comenzar a hacer ahorros e inversión, se terminen de cancelar las deudas, incrementando los abonos de capital, primero en las deudas más pequeñas, y luego en las mayores, para ir disminuyendo rápidamente el número de acreedores hasta eliminar de nuestro presupuesto este renglón de gastos.


Inversiones eternas.
De todos los rubros de gastos, las inversiones eternas (diezmos y ofrendas) necesitan ocupar el primer lugar, por cuanto de ellas depende, en primer lugar, que nuestros ingresos se utilicen eficiente y racionalmente y no se gasten en imprevistos, emergencias, reparaciones, pérdidas, etc., (Mal 3:8-12), y en segundo lugar, que se incrementen (Luc 6:38, Gal 6:6-10). Por ello es importante tener en cuenta los siguientes principios:
Principio de la inversión. Si no hay semilla, no hay cosecha. Mucha semilla, mucha cosecha (Gal 6:7-10).
Principios del aumento. La cosecha, en condiciones normales, siempre es mayor que la siembra (Luc 6:38)..
Principio de la dirección de Dios. Nuestras siembras (no diezmos), necesitan ser dirigidos por el Señor (los hijos de Dios somos guiados por Su Espíritu, no por emociones, Rom 8.14
Principio del intervalo. Hay un tiempo de espera entre la siembra y la cosecha. No se puede alterar el orden. Necesitamos aprender a ser pacientes y no dudar cuando la cosecha aún no haya llegado.
Principio de la diversidad del fruto. En todo, para toda liberalidad (2 Cor 9:8).


Aprender a dar:
¿Quiénes? Todos los de la familia de Dios (1 Cor 16:1-2).
¿Cuándo? Sistemáticamente, cuando recibimos ingresos (1 Cor 16:2).
¿Dónde? Primero la congregación local (diezmos), segundo, ofrendas voluntarias como Dios nos dirija, según Su sabiduría (padres, hermanos, congregación local, necesitados, pobres, otros).










TEMA No. 22.
OTROS ASPECTOS PRÁCTICOS EN EL MATRIMONIO.



Los 7 mandamientos para el matrimonio
Marido, sea usted la cabeza del matrimonio (Efe 5:23).
Ser cabeza se gana por medio de servir.
Es estar dispuesto a darlo todo por la mujer, hasta la muerte.
Esposas, sujétense a sus esposos (Efe 5:22, Mar 3:24-25).
Dos cabezas son un fenómeno
El esposo debe hacerle fácil el someterse a la esposa.
El respeto es muy importante en el matrimonio (Sara respetaba a Abraham) (María respetaba y se sujetaba a José) (Ruth se sujetaba y respetaba al rey Asuero)
Respetemos a la Hija de Dios, es la hija de mi suegro.
No cometerás adulterio (Rom 13:13-14, Mat 5:27-28, Sant 1:12).
El pecado consiste en romper el paradigma del matrimonio
El hombre fue hecho para preservar la raza humana, y la mujer para que con ternura mantenga cálido el hogar.
¡Pornografía es adulterio! “es adictiva”
El individuo es el que decide acercarse a la tentación así mas se separa de Dios
No os neguéis el uno al otro (1 Cor 7:1-5, Heb 13:4).
El hombre ama con el sexo y la mujer ama con los sentimientos.
El hombre necesita tener sexo y la mujer no lo necesita.
El sexo en el matrimonio es sagrado
“Los hombres pasamos todo el día con muchos halagos y pidiendo todo por favor y con mucha sutileza, pero no llegamos a la casa con las mismas muestras”.
Acéptense el uno al otro tal cual son.
Es imposible cambiar a la pareja
“El hombre es mecánico, mientras la mujer es sentimental”
Mas atención y credibilidad a quienes entran y salen de mi vida y menos a quien será mi compañera toda la vida.
Perdonen y olviden (Mar 11:25, Luc 6:37).
Mateo 6 “el Padre nuestro”
Lean la Biblia y oren juntos.
Aménse uno al otro (Col 3:19, 1 Jn 4:7-8).
La acción produce el hecho (intentar amarse es fingir)
Hacer cosas amorosas de vez en cuando.
Solo el marido tiene el poder de arrancar la belleza de la esposa, pero también tiene el poder de destruirla.



El matrimonio, una escuela permanente de discipulado.
Prov 23:7.
Conforme piense de la vida, así la voy a vivir y así van a ser mis frutos.
Conforme piense del matrimonio, así lo voy a vivir y así van a ser mis frutos.
Mat 6:10.
Somos los “albañiles del Reino”.
Venga tu Reino, hágase tu voluntad.
Todo en la vida se trata de relaciones (Mat 22:37.40).
Verticalmente con Dios.
Horizontalmente con el prójimo.
Amar a Dios y al prójimo = con todo nuestro corazón, alma, fuerzas.
Es amar integral, intensa y totalmente.
Estimar a los demás como superiores a mí.
Antes de amar a Dios y al prójimo me ame a mi mismo.
Ahora, el amor a mi mismo es sustituido por el amor a Dios y al prójimo.
No quiere decir que me ame a mi mismo y que yo sea el modelo o la medida = se trata de negarme a mí mismo.
El matrimonio consiste en eso precisamente: en relaciones.
Una escuela de las relaciones.
En el Reino, relaciones se escribe: “amor” (1 Cor 13.1-3).
El amor no lo es todo, es lo único.
El matrimonio = una escuela.
Dar gloria a Dios = reflejar Su carácter.
Agradar a Dios = obediencia.
Preparación para ser la esposa de Cristo.
Preparación para nuestras relaciones con los demás.
Amor (1 Cor 13.4-8).
Un verbo que describe comportamientos.
No un sustantivo que describa sentimientos.
Acciones, no sentimientos, ni argumentos, ni palabras.
Las obras son amores.
Voluntad.
Dar.
El amor da y construye.
El egoísmo quita y destruye.


Matrimonio, siembra y cosecha.
Es una ley espiritual (Gen 8:22, Gal 6:7-10, 2 Cor 9:6-11).
A semejanza de la ley natural, es destinada por Dios para cumplirse siempre y en todos los casos, incluyendo el de las relaciones en general, y el de las relaciones entre esposo y esposa específicamente.
La ignorancia no detiene su aplicación.
Segaremos exactamente aquello que sembramos.
Ninguna semilla es neutral.
Seleccionamos la semilla: de Dios o de satanás.
Estamos constantemente sembrando en las vidas: la nuestra, la de nuestra esposa, la de nuestros hijos, la de otros.
Tipos de semilla:
Palabras de edificación o de destrucción, de bendición o de maldición, de vida o de muerte (Prov 15:4, Prov 18:21).
Actitudes: humildad contra orgullo; gratitud contra amargura; egoísmo contra amor; gozo contra tristeza; disposicion contra apatía; aceptación contra juicio.
Acciones: aceptación contra rechazo; dar contra recibir bondad contra violencia; amar contra odiar; elogio contra crítica.
Factores de la cosecha.
La tierra es el corazón.
Se prepara (con oración y la Palabra)
Se planta la semilla. (con la Palabra).
Se riega la semilla. (con la Palabra).
Se abona con nuestras acciones.
El factor tiempo.
No se desentierra una semilla para ver cómo va.
No se levanta una cosecha antes de tiempo (hay que darle tiempo para madurar).
El factor de multiplicación.
Siempre se cosecha lo mismo que se ha sembrado.
Siempre se cosecha más de lo que se ha sembrado.
Cada nueva multiplicación, proporciona semillas para siembras futuras (esto también es aplicable para la cosecha de semillas de satanás à cosechas indeseables.
Cosechas indeseables.
Arrepentirse à herbicida à las cosechas comienzan a morir inmediatamente (podrá tomar tiempo para que muera por completo).
Restauraciónà conforme se siembren nuevas semillas.
Evitando las contiendas.
Se necesitan dos para contender: si uno no responde, no puede haber contienda (Prov 15:1).
Es más fácil pararla al principio que después que ha alcanzado velocidad (Prov 20:3).
Es más importante evitarla que parecer justificado (Prov 13:10).
El cónyuge no es el enemigo, sino satanás (Efe 6:12).
Concederse el permiso para declarar una tregua en cualquier momento.
Llamar a tregua es reconocer que los dos, incluyéndome yo mismo, estamos es una contienda (no decir: "tu estás provocando:) (Prov 17:14).
Entregar el miembro más ingobernable al Espíritu Santo à la lengua à orar en lenguas juntos à sembrar para el Espíritu y no para la carne à la cosecha vendrá de lo que se ha sembrado (Sant 3:1-12).


1 Cor 13.4-8.
Paciencia.
Mostrar dominio de uno mismo en la adversidad.
Mantener la calma ante los errores, fallas y/o pecados de los demás.
Enseñar, entrenar, corregir.
Afabilidad.
Prestar atención; escuchar activamente y atentamente.
Apreciar = amabilidad y cortesía.
Animar = elogiar, alabar.
Humildad.
Pensar menos en uno mismo.
Conscientes de nuestras limitaciones (te necesito).
Ser uno mismo, auténtico, sin máscaras.
Respeto.
Tratarlos como personas importantes que lo son.
Tratarlos como quisiera ser tratado (Mat 7:12).
Ayudar a otros a tener éxito.
Generosidad.
Satisfacer las necesidades (no los deseos ni caprichos) de los demás antes que las nuestras.
Servidor, esclavo (ministro).
No egoísmo (yo primero).
Indulgencia.
Nos van a lastimar = no guardar rencor, perdonar.
Ni pusilánimes ni agresivos.
Honradez.
Libre de engaños.
Fieles y leales.
Cumplidores de la palabra dada.
No ocultar errores propios.
Compromiso.
Atenerse a las elecciones propias.
Dedicado a que el otro logre lo mejor.
Creer en los otros.
Creer lo mejor de los otros.

24 Mar 2016
Referencia: Problemas 03.