Estudio Bíblico

Inicio > Estudio

Dios y la política.



Dios y la política.

Dios, lo queramos o no, lo admitamos o no, está en la política, ya sea de una manera directa o de una manera indirecta, pero Él, como el Rey de reyes y Señor de señores, como el Soberano de los reyes de la tierra, está presente, ya sea para bendición, inclinando el corazón de los gobernantes y autoridades a Sus caminos, o bien para juicio, endureciendo el corazón de los gobernantes.
• Dan 2:21. "Él muda los tiempos y las edades; quita reyes, y pone reyes; da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos."
• Prov 21:1. "Como los repartimientos de las aguas, así está el corazón del rey en la mano de Jehová; a todo lo que quiere lo inclina."

Sin la influencia de Dios obrando en el gobierno y en la política, las naciones van a fracasar, porque separados de Dios nada podemos hacer (Jn 15:5) y porque hay caminos que aunque nos parezcan derechos o adecuados en nuestra propia opinión natural, su fin es "muerte" (Prov 16:25) como lo evidencian todas las ideologías humanas que han desfilado en la historia del mundo tratando de encontrar las soluciones y respuestas a la problemática social, en vano.
• Jer 17:5-6. "Así ha dicho Jehová: Maldito el varón (o la nación) que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová. Será como la retama en el desierto, y no verá cuando viene el bien, sino que morará en los sequedales en el desierto, en tierra despoblada y deshabitada."
Por el contrario, si permitimos que Dios obre en el gobierno y en la política, las naciones serán bendecidas:
• Jer 17:7-8. "Bendito el varón (o la nación) que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto.
 

Las soluciones y respuestas a la problemática social en cada época de la historia humana solo ha sido posible cuando los seres humanos y las naciones (por lo menos una mayoría significativa) han reconocido que solo Dios tiene las respuestas a ello y se han vuelto de corazón a Él (Sal 33:12, Deut 28:1-14), tal como ocurrió en el Antiguo Testamento cada vez que Israel se separó de Dios, que le iba mal, y cuando se volvía a Él las cosas comenzaban a cambiar y a prosperar. O como sucedió en el tiempo de la Reforma Protestante, que todas las naciones donde esta se "instaló" e instauró significativamente prosperaron y se llegaron a convertir en las naciones más desarrolladas y/o con mejor calidad de vida para sus ciudadanos (Inglaterra, Estados Unidos, Alemania, Suiza, Países Bajos).

Dios no puede ser separado de las actividades gubernamentales, legislativas ni judiciales. Es más, necesitamos que esté presente, principalmente a través del testimonio y de las acciones y formas de pensamiento de cada uno de los que ejercen la autoridad yo laboran en esas áreas. Sal 2:1-12:
"1 ¿Por qué se amotinan las gentes, y los pueblos piensan cosas vanas?
2 Se levantarán los reyes de la tierra, y príncipes consultarán unidos contra Jehová y contra su ungido, diciendo:
3 Rompamos sus ligaduras, y echemos de nosotros sus cuerdas.
4 El que mora en los cielos se reirá; el Señor se burlará de ellos.
5 Luego hablará a ellos en su furor, y los turbará con su ira.
6 Pero yo he puesto mi rey sobre Sion, mi santo monte.
7 Yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; Yo te engendré hoy.
8 Pídeme, y te daré por herencia las naciones, y como posesión tuya los confines de la tierra.
9 Los quebrantarás con vara de hierro; como vasija de alfarero los desmenuzarás.
10 Ahora, pues, oh reyes, sed prudentes; admitid amonestación, jueces de la tierra.
11 Servid a Jehová con temor, y alegraos con temblor.
12 Honrad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino; pues se inflama de pronto su ira. Bienaventurados todos los que en él confían."

En la medida que más y más personas que vivan en un país y que trabajen en el área de gobierno y en el área política le entreguen su corazón verdaderamente al Señor, en esa misma medida se irá estableciendo el Reino de Dios en esa nación, y con ello el fruto de ese Reino y de Su justicia:
• Rom 14:17. "porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo."

22 Mar 2016