Estudio Bíblico

Inicio > Estudio

¿Celebrar la Navidad?



¿Celebrar la Navidad?
(Adaptación de un artículo de Matt Chandler, por el Pastor Francisco Bendfelt).



Hoy es viernes, el viernes después del día de acción de gracias, y aunque no es una fiesta guatemalteca, vemos las tiendas adoptando cosas como el “Black Friday”. Esto significa que la temporada navideña está aquí oficialmente, las luces están puestas, los arboles arreglados, y los Santa Claus ya tienen su casa en cada centro comercial.

Nuestra cultura nos atrae hacia la celebración de las fiestas, de lo cual yo no soy una excepción. Aunque en mi casa no nos vamos de boca, si decoramos la casa, ponemos arbolito en nuestra sala y botas sobre la chimenea. A los Bendfeldt nos gustan todas las tradiciones de esta época.

Sin embargo, a pesar de todas las fiestas y decoraciones, no todos disfrutan de esta temporada. Algunos tienen una melancolía navideña y en esta temporada están particularmente vulnerables a la depresión. Luego de esto está la resaca de la Navidad, no se debe a tomar, sino es una que nos pega después de que todos lo regalos han sido abiertos y la cena terminó. Una parte de nosotros piensa, “¿eso es todo?”

Tanto la melancolía navideña como la resaca de la Navidad pasan cuando nuestras altas expectativas se chocan con la realidad. Pasan cada vez que elevamos expectativas para algo que no puede cumplirlas. Tenemos muchas ayuda en elevar esas expectativas – radio, televisión, pinterest, los perfiles “perfectos” en Facebook, la fotos perfectamente filtradas en Instagram sobre como la Navidad puede cumplirlas. Nos pintan la idea de que nuestra soledad va a ser transformada en gozo y que el regalo que tanto queremos nos va a satisfacer completamente.

No hay forma en que estas expectativas sean cumplidas. A veces las fiestas no unen a las familias, las reúnen solo para luego dejar caer una granada en medio de ellas. A veces recibimos todo lo que queremos y todavía esta esa queja interna y el sentimiento de vacíes. A veces esta temporada es terriblemente solitaria porque has perdido a alguien amado. Altas expectativas que se chocan con la realidad.


Separando la sustancia de la sombra

En Colosenses 2:16-17, Pablo dice “Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo.” Pablo está diciendo a las iglesias que las fiestas son buenas, pero son solamente la sombra de la verdad de Cristo. No son la sustancia, Él es. No podemos abrazar a una sombra, no podemos ser consolados por una sobra, se necesita la sustancia para hacerlo.

Esto no significa que no podamos disfrutar la sombra. No necesitamos levantarnos en contra de las luces y los árboles. Solo necesitamos reconocer que esas cosas son la sombra. Por favor, disfruten de la sombra, pero al final, vayan tras la sustancia.

Si pasamos por esta temporada de fiestas y no salimos más conscientes de Jesús, nos hemos fallado a nosotros mismos, a nuestras familias y ultimadamente no queda nada más que el ser decepcionado.

Es por esta razón que, como iglesia, vamos a tomar este año el tiempo para iluminar la sustancia de la temporada de la Navidad observando Adviento. Adviento nos da la oportunidad de entender el hecho de que Dios ha hecho promesas y Dios ha cumplido esas promesas a través de la encarnación de Cristo. Queremos apuntar a la sustancia, al corazón de la Navidad, no a expensas de la sombra, sino para aprender a encontrar nuestro gozo en lo que está detrás, lo que está provocando esa sombra.


Cambia tu enfoque

Fija tu corazón y tu mente en la sustancia, no en la sombra, Al poner atención en Jesús, el Verbo hecho carne, podrás soportar el peso de esta temporada. Al fijar tus ojos en Jesús, el autor y consumador de nuestra fe, verás como el estrés de esta temporada se desvanece porque nuestro enfoque está donde debería estar.

No te vas a meter en deudas como lo haces siempre porque te darás cuenta que todo lo que puedes comprar es temporal. No sentirás la presión de comprar el afecto de tus hijos porque sentirás el peso de impartirles lo que es verdaderamente glorioso.

Comenzarás a entender que nuestro anhelo y anticipación por la Navidad es lo que deberíamos sentir, pero no lo sentimos, por Cristo y su regreso. Comenzarás a ser atraído a la sustancia que nunca te va a decepcionar como lo hace la sombra.

Cuando enfocamos nuestros corazones en el cumplimiento de la promesa en la primera venida de Jesús y la expectativa de su segunda venida, la melancolía de la Navidad y la resaca de la Navidad comienzan a perder su poder sobre nosotros. En esta temporada, pide al Espíritu Santo que te ayude a poner los ojos en Cristo. Definitivamente, pongan su árbol, decoren la casa, canten las canciones, coman el pavo, pero no pongas tu esperanza en estas cosas. Disfruta de la sombra, pero encuentra la satisfacción en la sustancia.

20 Dic 2013
Referencia: Navidad.