Estudio Bíblico

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Agradecimiento.



AGRADECIMIENTO.


Cuando el trajín de las actividades cotidianas nos absorbe, los asuntos por resolver se nos acumulan, y el tiempo va pasando entre actividades y asuntos por resolver, tenemos una fácil tendencia a olvidar lo importante y dejarnos absorber por lo urgente. Y una de las cosas importantes de las que nos olvidamos, es del agradecimiento a Dios, y a las demás personas que de alguna manera nos facilitan la vida y con su esfuerzo cooperativo nos ayudan a triunfar, o nos provocan a madurar y crecer.



AGRADECIMIENTO A DIOS.

Luc 17:11-19. “Yendo Jesús a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. Y al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos y alzaron la voz, diciendo: ¡Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros! Cuando él los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que MIENTRAS IBAN, FUERON LIMPIADOS. Entonces UNO DE ELLOS, VIENDO QUE HABÍA SIDO SANADO, VOLVIÓ, GLORIFICANDO A DIOS A GRAN VOZ, Y SE POSTRÓ ROSTRO EN TIERRA A SUS PIES, DÁNDOLE GRACIAS; y éste era samaritano. Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están? ¿NO HUBO QUIEN VOLVIESE Y DIESE GLORIA A DIOS SINO ESTE EXTRANJERO? Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado.”


El agradecimiento es una actitud que surge del corazón, que está relacionada con la humildad, porque sin humildad creemos que todo lo que somos, todo lo que tenemos y todo lo que podemos es por nuestros merecimientos y capacidades, y entonces se anula el agradecimiento y surge la soberbia. La gratitud trae consigo nuevas bendiciones. La soberbia trae consigo nuevas desgracias.
• Prov 16:18. “Antes del quebrantamiento es la soberbia, Y antes de la caída la altivez de espíritu.”
• Sant 4:6. “Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.”


‎Generalmente, como creyentes en Dios, no olvidamos hasta donde Dios nos ha llevado o donde Dios nos ha puesto. Pero más importante aún es no olvidar de donde Dios nos sacó, porque el día que lo olvidemos, creeremos que nos lo merecemos, que merecemos lo que tenemos, y lo que es peor aùn, nos pondremos a juzgar y criticar a los demás. Recordémoslo siempre: ni tu ni yo merecíamos salir de donde salimos, y por lo tanto, tampoco merecíamos lo que tenemos y donde estamos hoy. TODO, ABSOLUTAMENTE TODO, ES POR SU GRACIA INMERECIDA. (Adaptado de un post de Daniel Arévalo).


Gracias Jesús por despojarte de Tu gloria, para que siendo Dios hacerte hombre, nacer en un pesebre, morir por nuestros pecados y darnos vida eterna, salud, libertad, sanidad, santidad, bienestar, Tu Espíritu Santo y más, mucho más. Gracias por abrir nuestros ojos para conocerte y darnos el privilegio de servirte. Gracias, gracias, gracias, gracias, muchas gracias, Precioso Jesús.

Te amo, Jesús. Te amo por Tu magnificencia, por Tu grandeza. Ante Ti me veo insignificante; sin embargo, a pesar de lo grande y admirable que eres, puedo acercarme a Ti a cualquier hora del día o de la noche con la certeza de que estarás despierto y dispuesto a atenderme. Te amo porque sin Ti no puedo vivir. Te amo porque eres inmensamente poderoso. Te amo por ser quien eres, no por lo que haces ni por lo que das. (Doris Caballeros).


SIN UN CORAZÓN AGRADECIDO NO VAMOS A EXPERIMENTAR LA PRESENCIA DE DIOS.
• Sal 100:3-4. “Sabed que El, EL SEÑOR, ES DIOS; EL NOS HIZO, Y NO NOSOTROS A NOSOTROS MISMOS; pueblo suyo somos y ovejas de su prado. ENTRAD POR SUS PUERTAS CON ACCIÓN DE GRACIAS, y a sus atrios con alabanza. Dadle gracias, bendecid su nombre. PORQUE EL SEÑOR ES BUENO; PARA SIEMPRE ES SU MISERICORDIA, Y SU FIDELIDAD POR TODAS LAS GENERACIONES.”


AGRADECIMIENTO SIEMPRE.
• Col 3:15-17. “Y que la paz de Cristo reine en vuestros corazones, a la cual en verdad fuisteis llamados en un solo cuerpo; y SED AGRADECIDOS. Que la palabra de Cristo habite en abundancia en vosotros, con toda sabiduría enseñándoos y amonestándoos unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales, CANTANDO A DIOS CON ACCIÓN DE GRACIAS EN VUESTROS CORAZONES. Y todo lo que hacéis, de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, DANDO GRACIAS POR MEDIO DE EL A DIOS EL PADRE.


NADA SOMOS, NADA PODEMOS Y NADA TENEMOS QUE NO SEA UN REGALO DE DIOS.
• Efe 2:4-10. Pero DIOS, QUE ES RICO EN MISERICORDIA, POR SU GRAN AMOR CON QUE NOS AMÓ, AUN ESTANDO NOSOTROS MUERTOS EN PECADOS, NOS DIO VIDA JUNTAMENTE CON CRISTO (POR GRACIA SOIS SALVOS), Y JUNTAMENTE CON ÉL NOS RESUCITÓ, Y ASIMISMO NOS HIZO SENTAR EN LOS LUGARES CELESTIALES CON CRISTO Jesús, para mostrar en los siglos venideros LAS ABUNDANTES RIQUEZAS DE SU GRACIA EN SU BONDAD PARA CON NOSOTROS en Cristo Jesús. Porque POR GRACIA SOIS SALVOS por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues ES DON DE DIOS; no por obras, PARA QUE NADIE SE GLORÍE. Porque SOMOS HECHURA SUYA, CREADOS EN CRISTO JESÚS PARA BUENAS OBRAS, LAS CUALES DIOS PREPARÓ DE ANTEMANO PARA QUE ANDUVIÉSEMOS EN ELLAS.



AGRADECIMIENTO A LAS DEMÁS PERSONAS.


Por la naturaleza pecadora que todos, en mayor o menor grado, permitimos que “programara” nuestros pensamientos y nuestros sentimientos, generalmente tendemos a ver lo malo en los demás y en las circunstancias en lugar de lo bueno, el vaso medio vacío en lugar del vaso medio lleno, sin darnos cuenta que esas cosas que alguna vez nos molestan de los demás o de las circunstancias, son aquellas cosas que nos estimulan a formar carácter, a crecer, a madurar. Y por ello tendemos a no manifestar agradecimiento con todos aquellos compañeros y compañeras en el viaje de la vida (padres, hermanos, cónyuge, hijos, compañeros de estudio o de trabajo, etc.), de quienes Dios nos ha rodeado para ayudarnos, apoyarnos, estimularnos, animarnos, afirmarnos, “picarnos”, etc. para crecer y desarrollarnos como personas integrales.


Más aún, también las personas que nos han hecho daño, si ya hemos comenzado a superar el dolor y entrado a alguna de las fases del perdón, en última instancia han sido, aunque nos cueste admitirlo o no lo hayamos visto de esa manera, de bendición para nuestras vidas ayudándonos a crecer en medio del dolor y la adversidad.


Gen 2:18. “Y dijo Jehová Dios: NO ES BUENO QUE EL HOMBRE ESTÉ SOLO; le haré AYUDA IDÓNEA para él.” Aún cuando este pasaje lo utilizamos frecuentemente para el matrimonio, y es aplicable, restringir su aplicación a solo ese ámbito nos priva de la riqueza de lo que Dios nos quiso enseñar, porque Dios nos rodea de personas (no solo del cónyuge) que nos van a ayudar a desarrollar todo el potencial que Él ha puesto en nosotros para desarrollar Su Carácter (Gal 5:22-23). Algunas de esas personas nos van a ayudar a través de experiencias “agradables” (Cant 4.9-10) y otras nos van a ayudar llevándonos a morir a nosotros mismos. Pero todas, unas y otras, nos ayudan (y nos han ayudado) a ser las personas que hoy somos:
• Rom 8:28-29. “Y sabemos que a los que aman a Dios, TODAS LAS COSAS LES AYUDAN A BIEN, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Porque a los que antes conoció, también los predestinó PARA QUE FUESEN HECHOS CONFORMES A LA IMAGEN DE SU HIJO, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.”




19 Dic 2013
Referencia: 14.002