Estudio Bíblico

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Módulo 105. Discipulado y consejería.



TEMA No. 6. CONSEJERÍA Y DISCIPULADO.

DEFINICIONES ACERCA DE LA CONSEJERÍA BÍBLICA.


De que se trata la consejería.
• No se trata de buscar culpables y/o culpas (solo hay un culpable: yo). No se trata de "pasarle la responsabilidad de mis problemas a alguien o algo mas que mi propio corazón (yo mismo).
• Se trata de conocer la verdad (la de mi propio corazón a la luz de la Verdad Absoluta, la Palabra de Dios) y enderezar mis caminos (pensamientos, sentimientos, decisiones, acciones y palabras) a ella (negarme, morir a mi mismo) para ser verdaderamente libre (Jn 8:31-32).
• En ese sentido es consejería (conocer y resolver las cosas del pasado que me están impidiendo vivir en plenitud el presente) y discipulado (ajustar mi presente para vivirlo en plenitud y caminar cada día mas al cumplimiento pleno del propósito de Dios para mi, Jer 29:11, Jn 10:10, Prov 4:18, Rom 12:2, Efe 2:10).
• Consejería y discipulado son una unidad indispensable e inseparable. La consejería sin el discipulado, si bien puede aliviar y aun resolver los problemas del pasado que afectan nuestro presente, no resuelve integralmente el problema de la vida de la persona (no garantiza un futuro libre del pasado). La consejería busca resolver las situaciones en el corazón de las personas que les están impidiendo ser un discípulo de Cristo, en tanto que el discipulado les ensena como serlo y como mantenerse siéndolo.


¿Que necesita buscarse en la consejería?
• Encontrar las ataduras en el corazón de las personas que les impiden vivir en la libertad con la que Cristo les hizo libres (Jn 8:31-32, 2 Cor 10:4-6, Jn 8:36). Para ello se necesita entender:
➢ Que los pecados, las faltas, los errores y las equivocaciones reiteradas de las personas, conforme a la Palabra de Dios no son mas que los caminos que les han parecido buenos en su propia opinión para lidiar con los problemas de su propio corazón (Prov 16:25). Las personas no fuimos diseñados para resolver el dolor de nuestro corazón por nosotros mismos, sino necesitamos traerlo a Dios y seguir Su Dirección conforme a Su Palabra para ser sanos y libres de ello.
➢ Que esos patrones de conducta tienen su origen en el pasado de las personas, en la forma que desde muy atrás en su vida han resuelto el dolor de su corazón originado por sus relaciones inadecuadas con Dios (desobediencia), con las demás personas (egoísmo), con las cosas (codicia) y las circunstancias (manipulación y control). Por ello necesitamos hacer, en primer lugar, el mayor acopio de datos e información que podamos obtener de la persona en cuanto a sus problemas actuales, su historia, sus relaciones, sus conflictos y la forma como los ha enfrentado, sus aspiraciones, sus gustos, planes y formas de pensar respecto a ellos, etc., para poder encontrar el origen de sus patrones de conducta contrarios a la Palabra (fortalezas, 2 Cor 10:4-6) y desarmar las mentiras sobre las que se fundamentaron.
➢ Que la consejería no puede ni debe ser directiva (darle a las personas el diagnostico y la solución de sus problemas; diagnósticos y recetas) sino acompañante en el proceso de ayudar a la persona a conocer la verdad de su propio corazón y la Verdad de Dios al respecto de la solución. Es la persona la que debe encontrar y conocer esa verdad (Jn 8:31-32) y convencerse a si misma de la necesidad de derribar los patrones de conducta contrarios a Dios (pecados, errores, fallas, faltas, equivocaciones) (2 Cor 10:4-6) sustituyéndolos por los patrones de conducta establecidos por Dios en Su Palabra (Rom 12:2, Efe 4:22-24). Esas cosas son responsabilidad de la persona, no la del consejero (es la persona la que tiene los problemas y necesita resolverlos, no el consejero).
➢ El objetivo de la consejería no debería buscar solo el alivio de la persona o su convivencia con los patrones de conducta contrarios a la Palabra de Dios, sino la transformación (conversión) de la persona y dotarla del equipamiento necesario para que pueda seguir llevando adelante esa transformación con la ayuda de Dios y del Espíritu Santo.


Características del discipulado (y la consejería) bíblico (Isa 61:1-6, Luc 4:18-19).
• Es un trabajo de Dios.
➢ El Espíritu Santo está sobre nosotros.
➢ El Señor nos unge.
➢ Por nosotros mismos no podemos hacer el trabajo (la gran limitación de la psicología).
• Es un mensaje de las buenas nuevas.
➢ Liberta (Jn 8:31-32).
➢ Consuela.
➢ Produce gozo en el corazón del discípulo (aconsejado).
➢ Produce alabanza al Señor.
• Es un ministerio para los que están sufriendo por alguna condición.
➢ A los pobres material, emocional y espiritualmente.
➢ A los quebrantados (afligidos, los que lloran).
➢ A los que están cautivos y/o aprisionados.
➢ A los enfermos.
• Produce creyentes maduros.
➢ Personas que viven vidas que superan los problemas y obstáculos, que les sirven para formar y modelar el carácter semejante al de Cristo en ellos (Gal 5:22.23).
➢ Personas capaces de soportar las tormentas de la vida con una fe firme (Sant 1:12, Apo 2.10, 1 Ped 5:8-10, 1 Ped 1:6-9).
➢ Personas que reconstruirán lo que ha sido destruido en sus vidas y se levantarán sobre lo que fue devastado (Prov 24:16).
➢ Personas que fueron en algún tiempo quebrantadas de corazón que ahora son sacerdotes del Señor para bendecir las vidas de otros (1 Ped 2:9-10).


Fases de la Consejería.
• Fase 1. Explicación al aconsejado, y comprensión y entendimiento de su parte, del significado e implicaciones de la consejería bíblica y, adicionalmente, acopio de datos.
• Fase 2. Explicación al aconsejado, y comprensión y entendimiento de su parte, de los principales problemas que afectan la vida del ser humano. Todas las áreas bajo estudio en esta fase del discipulado son fundamentales para entender lo que la Biblia dice acerca de cómo vivir:
➢ Endiosamiento y rebelión hacia Dios (vida egocéntrica, egoísmo, querer tener control de su vida, vivir independientemente de Dios, vivir como si la vida se tratara de si mismo). La vida se trata de Dios y de los demás (Mat 22:36-40, Mar 10:42- 45) y de Su propósito para nosotros (Jer 29:11, Efe 2:10).
➢ Rechazo a Dios, a si mismo, a los demás y a sus circunstancias.
➢ La inclinación a vivir dirigido por lo externo en lugar de por lo interno (la carne).
➢ La falta de una identidad verdadera afirmada en Cristo.
➢ La amargura derivada de la falta de perdón.
➢ La falta de amor.
➢ La falta de confianza (fe verdadera) en Dios, Su Palabra y Su propósito para con nosotros.
➢ La falta de un genuino arrepentimiento, conversión, temor de Dios, obediencia y santidad.
• Fase 3. Aplicación práctica del conocimiento, comprensión y entendimiento de lo aprendido en la fase anterior, a las situaciones cotidianas en la vida del aconsejado (Nota: la fase 2 y 3 se intercalan en cada uno de los temas que se mencionan en la fase 2).
• Fase 4. Discipulado: se refiere a la edificación a largo plazo, para que el discípulo llegue a ser una persona estable, segura y completa en Cristo, que rete, anime, aconseje y discipule a otros para caminar con Dios (2 Tim 2:2).


La meta de la consejería bíblica.
Reunir e interpretar información sobre las vida de los aconsejados, establecer un identificación con ellos, inspirarles a sostener una esperanza bíblica, instruirlos bíblicamente e inducirlos a un compromiso decisivo para la obediencia bíblica son todas, partes vitales de la consejería, pero no un fin sino un medio para alcanzar una meta.
La meta de la consejería es promover un cambio bíblico como estilo de vida, formar y nutrir la implementación de principios bíblicos en la vida de los aconsejados, de manera que lleguen a ser sólidamente cristocéntricos y semejantes a Cristo en todas las áreas de sus vidas, incluyendo deseos, pensamientos, actitudes, sentimientos y conducta.
Su objetivo principal no es hacer a la gente feliz, exitosa y satisfecha de sí misma, ni eliminar las depresiones emocionales, los sufrimientos y las heridas que experimentan. Estas cosas son los derivados de cumplir el propósito real de la consejería bíblica, que es promover santidad y un estilo de vida bíblico, y por tanto, ayudar a los aconsejados a ser transformados a la imagen de Cristo en todos los aspectos de la vida.
Los propósitos de la consejería han sido logrados y cumplidos cuando observamos en la vida de los aconsejados las siguientes situaciones:
• Saben cuál fue la causa de sus problemas y la forma de tratar con éstos.
• Se sienten cómodos con el nuevo patrón de respuesta.
• Comienzan a practica el nuevo patrón en forma automática.
• Cuando han fallado, pueden diagnosticar la razón de su falla y hacer planes para corregir el problema.
• Cuando pueden decir específicamente como cambiaron.
• Han sido examinados y han salido airosos de ese examen y otros han verificado su cambio.
• Comienzan a expresar a otros lo que han aprendido en el proceso y llegan a ser consejeros espontáneos e informales de otros.


Bibliografía.

“La Consejería”, Biblioteca del Pastor, John MacArthur y la Facultad del Master´s College, Grupo Nelson, 2009.

Materiales de los seminarios de entrenamiento en discipulado y ministerio de Vida Cristiana Victoriosa.


04 Oct 2012