Módulo 216. El libro de Nehemías y la administración ministerial.
TEMA NO: 14.
PROBLEMAS DEL MINISTERIO (5).
NEH 13:7. Avivamiento y maquinaciones del diablo.
Tobías el amonita, junto con Sambalat, el gobernador de Samaria, se habían burlado anteriormente de los esfuerzos de los judíos en la reedificación del muro de Jerusalén (Neh 2:10, 2.19).
• En un gesto de aparente consideración, pero que posiblemente estaba dirigido a congratularse con un poder terrenal, remodeló y decoró una gran habitación en el área del templo como un apartamento para Tobías.
• Aparte también, Eliasib, a través de uno de sus nietos, había emparentado con Sambalat, seguramente también con el objeto de ganar posiciones terrenales.
• Cuando Nehemías vio esa profanación, ardió en justa indignación y echó afuera las pertenencias de Tobías y los lujosos muebles que Elisasib había puesto allí para él.
• Nehemías estaba afligido porque esa profanación de la casa de Dios era una afrenta a la santidad de Dios.
• Cuando Nehemías volvió, también tuvo que ocuparse de la falta de cumplimiento del diezmo, de la profanación del sábado y de los casamientos mixtos, que irónicamente, el pueblo se había comprometido a obedecer en cada una de esas área sespecíficas durante la ceremonia de celebración del pacto (Neh 10:28-39).
Cuando estemos en medio de un avivamiento (personal, familiar, eclesiástico, geográfico, etc.), el enemigo siempre va a buscar la forma de robarnos ese avivamiento, y sus tres estrategias preferidas tienen que ver con:
• Relajar la obediencia a la Palabra de Dios.
• Relajar los niveles de santidad.
• Acomodamiento.
• Una vez que logra eso, va a buscar que hagamos concesiones con el mundo para robarnos ese avivamiento. Como Eliasib (el sacerdote) con Tobías (el mundo). Con las riquezas (dejar de dar el diezmo y las ofrendas, dejar de consagrar el día de reposo). Con las relaciones sexuales (matrimonios mixtos)
• Cuando ello suceda, debemos proceder radicalmente de tal manera que no perdamos el avivamiento que está sucediendo en nuestras vidas.
Es interesante notar que Nehemías hizo una oración después de cada una de las medidas adoptadas (Neh 13:14, 13:22, 13:29, 13:31).
Restauración de la adoración y diezmos.
• Nehemías restauró la plena adoración en el templo, junto con los ministerios de los levitas y los cantores. como resultado, el pueblo pudo llevar sus diezmos a la misma habitación que Eliasib había dado a Tobías.
• Las personas están mucho más dispuestas a diezmar cuando ven que la adoración de Dios trae bendición.
• También Dios levantó a Malaquías alrededor de ese tiempo, su exhortación hacía hincapié en la bendición de Dios para los fieles diezmadores (Mal 3:10).
• Diezmar siempre ha sido primordialmente un asunto de bendición mas bien que de ley.
• Aún antes de que Dios diera su ley en el monte Sinaí, Abraham fue tan bendecido por Melquisedec que dio un diezmo de todo lo que tenía (Gen 14.19-20).
• Al creyente lleno del Espíritu le debería entusiasmar dar y compartir, al igual que hicieron los primeros cristianos (Hch 2:44-45, 4:34-37, Hch 11:28-30).
Restauración de la confianza en la provisión de Dios.
• Integridad bíblica en las transacciones comerciales.
• El pueblo de Dios también estaba permitiendo que sus intereses comerciales y su deseo por las cosas del mundo anularan la obediencia al mandamiento de Dios para un día de reposo.
• Los creyentes necesitamos estar constantemente conscientes de la tentación de permitir que la aspiración de las riquezas y del éxito usurpen su deseo de honrar y adorar a Dios como El ordena.
• Necesitamos buscar primeramente el Reino de Dios y su justicia (Mat 6:33).
Restauración de la santidad (radical, apartados del mundo).
• La severidad de las acciones emprendidas por Nehemías se explica por el hecho de que en Israel se seguían realizando matrimonios mixtos con personas de las naciones paganas, incluso después de haber aceptado el pacto de mantenerse separados como pueblo (Neh 10:28-39).
• Nehemías había dictado personalmente las palabras del juramento, haciéndoles repetir la pena de que si se casaban con personas paganas, la maldición de Dios caería sobre ellos.
• De este modo resaltaba los desastrosos resultados de tales uniones (Neh 13:26).
• Nehemías obró con especial severidad hacia uno de los hijos de Johíada, porque ese matrimonio había contaminado el sacerdocio (Neh 13:29) y violaba el pacto entre Dios y los levitas (Mal 2:4).
NEH 13:25. Amor y disciplina.
Hay ocasiones en que los ministros de Dios, deben sentir una ira santa contra la injusticia y dar pasos enérgicos para enmendar una situación nociva.
Contrario a lo que se indica generalmente, no es falta de misericordia, compasión, amor, gracia, etc. Más bien es parte de ella porque el amor sin la disciplina y la corrección no es amor, sino menosprecio, rechazo, etc. (Heb 12:5-8).
• Los ministros de Dios, como padres espirituales, están llamados a corregir a quienes tienen a su cargo, y si para ello es necesaria la disciplina, pues han que echar mano de ella también, con tal que las personas no caigan de la gracia y la bendición de Dios, y en casos extremos, enfrenten gran peligro para su vida natural y espiritual.
La delicadeza y mansedumbre a pesar del descuido franco y flagrante de la voluntad de Dios en la iglesia son en realidad debilidad y transigencia con el mundo.
La corrección de Nehemías muestra un fervor por Dios que es similar al de Cristo cuando usó un látigo para echar a los cambistas del templo de Jerusalén (Mat 21:12-13, Jn 2:13-16).
NEH 13:28. Dato importante.
Sanbalat, seguramente por conveniencias terrenales, dispuso el casamiento político de su hija con un sacerdote.
Al parecer, el nieto de Eliasib rehusó deshacerse de su mujer y por ello Nehemías lo echó.
El sacerdote, nieto de Eliasib, según el historiador Josefo, se llevó un ejemplar del Pentateuco y en el monte Gerizim se levantó un templo samaritano.
PROBLEMAS DEL MINISTERIO (5).
NEH 13:7. Avivamiento y maquinaciones del diablo.
Tobías el amonita, junto con Sambalat, el gobernador de Samaria, se habían burlado anteriormente de los esfuerzos de los judíos en la reedificación del muro de Jerusalén (Neh 2:10, 2.19).
• En un gesto de aparente consideración, pero que posiblemente estaba dirigido a congratularse con un poder terrenal, remodeló y decoró una gran habitación en el área del templo como un apartamento para Tobías.
• Aparte también, Eliasib, a través de uno de sus nietos, había emparentado con Sambalat, seguramente también con el objeto de ganar posiciones terrenales.
• Cuando Nehemías vio esa profanación, ardió en justa indignación y echó afuera las pertenencias de Tobías y los lujosos muebles que Elisasib había puesto allí para él.
• Nehemías estaba afligido porque esa profanación de la casa de Dios era una afrenta a la santidad de Dios.
• Cuando Nehemías volvió, también tuvo que ocuparse de la falta de cumplimiento del diezmo, de la profanación del sábado y de los casamientos mixtos, que irónicamente, el pueblo se había comprometido a obedecer en cada una de esas área sespecíficas durante la ceremonia de celebración del pacto (Neh 10:28-39).
Cuando estemos en medio de un avivamiento (personal, familiar, eclesiástico, geográfico, etc.), el enemigo siempre va a buscar la forma de robarnos ese avivamiento, y sus tres estrategias preferidas tienen que ver con:
• Relajar la obediencia a la Palabra de Dios.
• Relajar los niveles de santidad.
• Acomodamiento.
• Una vez que logra eso, va a buscar que hagamos concesiones con el mundo para robarnos ese avivamiento. Como Eliasib (el sacerdote) con Tobías (el mundo). Con las riquezas (dejar de dar el diezmo y las ofrendas, dejar de consagrar el día de reposo). Con las relaciones sexuales (matrimonios mixtos)
• Cuando ello suceda, debemos proceder radicalmente de tal manera que no perdamos el avivamiento que está sucediendo en nuestras vidas.
Es interesante notar que Nehemías hizo una oración después de cada una de las medidas adoptadas (Neh 13:14, 13:22, 13:29, 13:31).
Restauración de la adoración y diezmos.
• Nehemías restauró la plena adoración en el templo, junto con los ministerios de los levitas y los cantores. como resultado, el pueblo pudo llevar sus diezmos a la misma habitación que Eliasib había dado a Tobías.
• Las personas están mucho más dispuestas a diezmar cuando ven que la adoración de Dios trae bendición.
• También Dios levantó a Malaquías alrededor de ese tiempo, su exhortación hacía hincapié en la bendición de Dios para los fieles diezmadores (Mal 3:10).
• Diezmar siempre ha sido primordialmente un asunto de bendición mas bien que de ley.
• Aún antes de que Dios diera su ley en el monte Sinaí, Abraham fue tan bendecido por Melquisedec que dio un diezmo de todo lo que tenía (Gen 14.19-20).
• Al creyente lleno del Espíritu le debería entusiasmar dar y compartir, al igual que hicieron los primeros cristianos (Hch 2:44-45, 4:34-37, Hch 11:28-30).
Restauración de la confianza en la provisión de Dios.
• Integridad bíblica en las transacciones comerciales.
• El pueblo de Dios también estaba permitiendo que sus intereses comerciales y su deseo por las cosas del mundo anularan la obediencia al mandamiento de Dios para un día de reposo.
• Los creyentes necesitamos estar constantemente conscientes de la tentación de permitir que la aspiración de las riquezas y del éxito usurpen su deseo de honrar y adorar a Dios como El ordena.
• Necesitamos buscar primeramente el Reino de Dios y su justicia (Mat 6:33).
Restauración de la santidad (radical, apartados del mundo).
• La severidad de las acciones emprendidas por Nehemías se explica por el hecho de que en Israel se seguían realizando matrimonios mixtos con personas de las naciones paganas, incluso después de haber aceptado el pacto de mantenerse separados como pueblo (Neh 10:28-39).
• Nehemías había dictado personalmente las palabras del juramento, haciéndoles repetir la pena de que si se casaban con personas paganas, la maldición de Dios caería sobre ellos.
• De este modo resaltaba los desastrosos resultados de tales uniones (Neh 13:26).
• Nehemías obró con especial severidad hacia uno de los hijos de Johíada, porque ese matrimonio había contaminado el sacerdocio (Neh 13:29) y violaba el pacto entre Dios y los levitas (Mal 2:4).
NEH 13:25. Amor y disciplina.
Hay ocasiones en que los ministros de Dios, deben sentir una ira santa contra la injusticia y dar pasos enérgicos para enmendar una situación nociva.
Contrario a lo que se indica generalmente, no es falta de misericordia, compasión, amor, gracia, etc. Más bien es parte de ella porque el amor sin la disciplina y la corrección no es amor, sino menosprecio, rechazo, etc. (Heb 12:5-8).
• Los ministros de Dios, como padres espirituales, están llamados a corregir a quienes tienen a su cargo, y si para ello es necesaria la disciplina, pues han que echar mano de ella también, con tal que las personas no caigan de la gracia y la bendición de Dios, y en casos extremos, enfrenten gran peligro para su vida natural y espiritual.
La delicadeza y mansedumbre a pesar del descuido franco y flagrante de la voluntad de Dios en la iglesia son en realidad debilidad y transigencia con el mundo.
La corrección de Nehemías muestra un fervor por Dios que es similar al de Cristo cuando usó un látigo para echar a los cambistas del templo de Jerusalén (Mat 21:12-13, Jn 2:13-16).
NEH 13:28. Dato importante.
Sanbalat, seguramente por conveniencias terrenales, dispuso el casamiento político de su hija con un sacerdote.
Al parecer, el nieto de Eliasib rehusó deshacerse de su mujer y por ello Nehemías lo echó.
El sacerdote, nieto de Eliasib, según el historiador Josefo, se llevó un ejemplar del Pentateuco y en el monte Gerizim se levantó un templo samaritano.
05
Jul
2012