Estudio Bíblico

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Módulo 214. La Visión.



TEMA No. 15.
LA VISIÓN: UNA FORMA DE VIDA.



La visión es más que una meta, es un estilo de vida.
• Nos casamos con ella para toda la vida.
o Dios no tiene varias visiones para nosotros  El solo tiene una  que la va a ir ampliando el camino, sí, pero que es una sola, también.
 Moisés.
 José.
 David.
 Jesús.
 Pablo.
• Las personas que forman parte de la visión y el propósito que Dios nos mandó a desarrollar, si no mantenemos delante de ellos la visión, pueden no actuar después de un tiempo correctamente.
o Se le ocurren ideas que no son prácticas y les cuesta trabajo ver más allá de sus necesidades más apremiantes.
o Para mantener la visión caminando hacia delante hace falta la atención constante del visionario.
o La conservación de la integridad de la visión exige que su navegante esté totalmente dedicado a ella.
• Nehemías, cuando se despidió de los habitantes de Jerusalén, después de doce años de estar con ellos regresó a Susa al servicio del rey Artajerjes, tal como lo habían acordado cuando le compartió su visión y le fijo tiempo para regresar, sabía que todo marchaba bien.
o La Biblia no indica cuanto tiempo duró la ausencia de Nehemías, pero finalmente le pidió permiso para regresar a Jerusalén (Neh 13:6) y una vez más el rey fue amable con él, y le permitió dejar de servirlo.
o Esperaba hallar las cosas más o menos como las había dejado, pero le esperaba una sorpresa.
o Al estar él fuera de escena, el clima espiritual y social nuevamente se había deteriorado.
o Cuando Nehemías vio lo que estaba pasando, se enojó, y con razón.
 Había hecho grandes esfuerzos por enderezar los males sociales y espirituales que habían sido los causantes de la destrucción de la ciudad.
 Por eso, hizo lo que todo visionario competente hace cuando la visión se sale de su curso.
 Ejerció un liderazgo valiente.
• Nehemías adoptó la visión como su estilo de vida  y todos los que formaban parte de esa visión, que Dios había incluído en ella, también necesitaban adoptarla permanentemente como estilo de vida.
o El liderazgo al que Dios le dio la visión debe transformarla en su estilo de vida y debe ayudar a las demás personas incluídas en ella a lograr lo mismo.



El mantenimiento de una visión exige osadía del líder.
• Nehemías “reprendió” a los funcionarios de la ciudad (Neh 13:11).
o No era momento para tener misericordia.
o Era demasiado lo que estaba en juego.
o Lo que podía y debía ser nunca llegaría a ser, a menos que se tomaran medidas extremas (Neh 13:17-18, 25-27).
• Cuando alguien adopta una posición moral en una atmósfera decadente, siempre va a parecer extremista para aquellos a quienes se les piden cuentas por su conducta.


El liderazgo valiente se debe basar en la visión y en los principios y valores.
• Los grandes cambios deben estar enraizados en una visión.
o La profundidad de los cambios debe ir relacionada con una claridad equivalente de conexión a la visión.
o Si no lo está, es fácil que se interprete la decisión como una búsqueda de poder o de control.
• La violación de las normas es una amenaza para la visión.
o Para convertir en realidad nuestra visión, tenemos que estar dispuestos a tomar decisiones valientes, y muchas veces, poco populares, por el bien de lo que podría y debería ser.
o Cuando llegue el momento de actuar con valentía lo más probable es que los tengamos que llamar a un regreso a aquello que entendemos como creencias y formas de actuación básicas relacionadas con la visión.
o Si desde el principio no están claras, no vamos a tener un contexto inidentificable para lo que estamos haciendo.
 Llamar al cambio sin el beneficio de unas creencias y formas de conducta básicas claramente definidas es como evaluar el rendimiento de un empleado en su trabajo, sin que este haya recibido jamás una descripción de sus responsabilidades.


Nuestro llamado.
• Tal vez se le ocurra a alguien que este principio va en contra de la gracia, la comprensión, el amor y otros valores del Nuevo Testamento.
o Pero este principio no se halla fuera de los límites de la conducta y el carácter cristiano.
o Jesús mismo fue modelo de este tipo de liderazgo (Mat 21:12-13).
 Jesús sabía lo que todo visionario termina descubriendo: no siempre las cosas funcionan cuando uno se comporta con amabilidad.
 Y andar esperando que la gente eche a andar por sí misma para resolver un problema es algo que puede ser devastador para una visión.
 Cuando surgen los problemas, el líder se debe alzar a la altura de la situación y actuar de forma decisiva.
• Vamos a tener oportunidades de levantarnos para llamar al cambio.
o No evadamos nuestra responsabilidad de llamar a una reforma cuando las cosas comiencen a deslizarse por donde no deben.
o Nosotros somos los que mejor conocemos lo que podría y debería ser.
o No nos conformemos con cada inferior a eso.
o Si, va a ser penoso. No; no todos van a comprender. ¿Y qué?
 Pensemos en lo que está en juego.
 Guiemos con osadía.
 No nos conformemos a dejar que las cosas vayan tomando un rumbo distinto al que Dios hizo nacer en nuestro corazón en aquellos primeros días.
 No tengamos miedo en cuanto a pedirle cuentas a la gente de acuerdo con las normas previamente acordadas.
 No toleremos aquellas cosas que tienen el potencial de desviar nuestra visión.
 Enfrentémonos a ellas.
 Si no lo hacemos, vamos a tener la tendencia de comenzar a distanciarnos de la gente problemática y de los ambientes que no se hayan definido.
 Entonces, las cosas solo podrán empeorar.
 Al fin y al cabo, lo que no se controla se suele volver incontrolable.
 Desarrollemos una sana intolerancia por aquellas cosas que tienen el potencial de obstaculizar el progreso hacia lo que podría y debería ser; aquellas cosas que Dios nos ha puesto en el corazón que hagamos.





19 Abr 2012