Estudio Bíblico

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Módulo 214. La Visión.



TEMA No. 14.
ADORACIÓN, PRINCIPIOS Y VALORES.



Visión y adoración.
• Nuestras visiones no son sólo caminos que Dios va a usar para hacer algo a través de nosotros.
• También los va a usar para hacer algo en nosotros, porque la respuesta natural a Su intervención es la adoración, la rendición y la obediencia.
o Una vez terminados los muros, los trabajadores regresaron a sus lugares.
o Pero cuando trataron de volver a su rutina de siempre, comenzaron a darse cuenta de la significación que tenía lo sucedido.
o Y al darse cuenta de que Dios los había protegido y bendecido durante aquellos cincuenta y dos días de intensa labor, se sintieron abrumados con sentimientos de culpa y gratitud.
o Culpa porque durante años habían ignorado la Ley de Dios.
o Gratitud, porque sabían que a pesar de su desobediencia, Dios había decidido bendecirlos. Los había visitado, y había llegado el tiempo de darle a El la atención y la consagración que merecía (Neh 8:1-6).
o El aspecto más notable de esta escena es que en ningún momento se hace mención alguna de los muros.
 Está claro que la reconstrucción había servido de catalizador para que se renovara el interés del pueblo en Dios y en su Ley.
 Su atención había pasado de la visión de unos muros reconstruidos al autor mismo de su visión.
 Dios captó por completo la atención de todos los involucrados.
 Así hace El las cosas.
• Cuando Dios interviene, la atención se centra en El, trayendo como consecuencia una adoración auténtica y una obediencia absoluta, que en última instancia, es la agenda definitiva de Dios.
o Nos lleva a un punto en el que adoramos a Dios por El mismo, no porque se nos haya indicado hacerlo, sino porque es lo único adecuado.
o En este punto, la fe no conoce límites, no confiamos por lo que se nos ha prometido sino por el carácter de Aquel en quien se nos ha llamado a confiar.
o Y eso es madurez.
 La visión de Dios con respecto a nosotros es la madurez espiritual que se mide por lo prontamente que respondemos a la persona de Dios, más que a sus promesas.
 Que Quien El es sea más importante que lo que nos está pidiendo o dando.


Mantenernos dándole la gloria a Dios.
• Dios no esconde el hecho de que todo, hasta el dolor, es finalmente para gloria suya.
• La idea de que Dios toma el crédito para sí es la única opción lógica. Y la única segura.
• Cuando perdemos de vista el propósito definitivo de Dios, que es Su gloria, es inevitable que tratemos de reclamar para nosotros mismos lo que por derecho le corresponde.
o Una vez que cruzamos esa línea, hay un sentido en el que se vuelve un riesgo que Dios intervenga a favor nuestro.
o Hacerlo sería prepararnos el terreno para un nuevo pecado.
 Nuestro innato afán de aprobación, crédito, atención y gloria (Adán y Eva en el Edén) es lo que causa que muchos visionarios bien intencionados secuestren la visión de Dios para usarla en sus propios fines egoístas.
 Pronto, está disfrutando de la notoriedad y de las recompensas que acompañan al éxito.
 Y entonces, algo cambia.
 El líder desarrolla una amnesia espiritual y con el tiempo llega a sentir que es indispensable para la visión.
 Eso suele ir acompañado de una erosión del carácter y comienza a representar el papel de Dios.


Recordatorio de la fidelidad de Dios.
• Es fácil olvidar la fidelidad de Dios manifestada en el pasado.
• Cuando se cruzan Su fidelidad y nuestra fe salimos de ese encuentro seguros de que nunca vamos a ser los mismos, y que nunca vamos a volver a dudar de El.
o Sin embargo, el tiempo y las circunstancias tienen su manera de emborronar el pasado.
o Los nuevos retos hacen nacer nuevas dudas.
o Por esta razón, necesitamos un registro escrito, un relato detallado de aquellos momentos en los cuales Dios actuó a favor nuestro.
 Necesitamos llevar un diario que sea la historia de nuestra vida con Dios.
 Es una forma de documentar las lecciones que Dios nos ha enseñado, así como las experiencias de las que nos ha sacado con bien.
• Peor que olvidar, tenemos la tendencia a reinterpretar los acontecimientos del pasado.
o Cuando Dios parece distante, es fácil recordar los sucesos a los cuales les hemos dado una significación espiritual especial y preguntarnos si fue realmente de Dios lo que experimentamos.
o La intervención divina, cuando se reconoce, tiene por consecuencia una adoración auténtica y una obediencia absoluta.
o La intervención divina, cuando se recuerda, puede dar los mismos resultados.
o Escribamos nuestro diario y recordemos.
o Es más difícil discutir con nuestro recuerdo escrito que con nuestra memoria olvidadiza.



Mantener la visión: adherirse a un conjunto de principios y valores.
• Todo el tiempo hay una corriente que nos está empujando constantemente hacia las concesiones, la autosuficiencia y la conveniencia.
o Sin un punto de referencia claro, nos es fácil racionalizar y justificar prácticamente todo.
• Para compensar ese constante empuje hacia las concesiones morales y espirituales necesitamos desarrollar una clara norma de creencias y conductas para tenerlas como puntos de referencia a lo largo del camino, que nos sirvan como barandas morales y éticas mientras tratamos de convertir en realidad la visión.
o El pueblo, al terminar de construir los muros y reconocer la obra de Dios en sus vidas, desarrolló un pacto escrito entre ellos y Dios.
 En el pacto prometían entrega al Señor y a su Ley (Neh 9:38).
 Los líderes lo firmaron y todos juraron cumplir con su parte del trato (Neh 10:28-39).
 El documento serviría como norma objetiva y clara por la cual medir su conducta y sus creencias y tenía que ver con los aspectos concretos que habían sido la raíz de la decadencia moral y espiritual de Israel en el pasado.
 Para cumplir lo prometido, el pueblo se vio obligado a dar algunos pasos radicales en cuanto a sus relaciones y a su economía.
 Fueron lo suficientemente sabios para reconocer que el tiempo tiene su forma de erosionar la pasión inicial asociada con un avance espiritual.
 El desarrollo de aquel pacto fue su forma de salvaguardar la visión y de mantener vivo el sueño de lo que podía y debía ser.
• Los visionarios deben fijar un conjunto de formas de conducta y creencias básicas, y adherirse a él.
o Esto es absolutamente crítico para el éxito de toda visión.
o En el mundo de los negocios se suele llamar valores a estos principios que mantienen unos límites en la conducta de todo el equipo para proteger la integridad de una visión y sobre los cuales nunca se deben hacer concesiones ni siquiera para obtener ganancias económicas.
• Las creencia siempre deben ir por delante de las normas, las prácticas y las metas.
o Son las que fijan las líneas normativas dentro de las cuales todos vamos a operar mientras convertimos en realidad la visión.


Los valores, fuente de unidad.
• “Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no permanecerá.” (Mat 12:25).
• En la escritura anterior podríamos sustituir la palabra reino por los términos organización, ministerio, empresa, familia.
• Ninguna de esas instituciones puede sobrevivir a la división.
o Las visiones florecen en un ambiente de unidad, mientras que mueren en un ambiente de división.
o Las visiones no pueden mantenerse bajo la presión de unos períodos prolongados de desunión entre los miembros del equipo.
o Solo se puede mantener la unidad donde hay acuerdo acerca de un conjunto de creencias y formas de conducta básicas, y fidelidad a ellas.
o Estas creencias y formas de conducta son las que fijan las expectativas de los miembros del equipo.
o Cuando se las viola o abandonan se sacuden los fundamentos mismos de la organización o la familia y ya nadie sabe que esperar.
o Se ha violado la confianza y la visión sufre.


El factor de ser bendecible.
• La adhesión a un conjunto predeterminado de creencias y formas de conducta hace que las visiones sean bendecibles.
o Hay ciertas cosas que Dios ha decidido bendecir, por ejemplo, la obediencia.
o Y hay también otras cosas que se niega a bendecir, por ejemplo, la desobediencia.
• El problema de Israel era que su desobediencia lo había colocado fuera de la esfera de lo bendecible.
o Amado, si; bendecible, no.
o Además la desobediencia hizo que el pueblo perdiera de vista la visión que Dios había establecido para él.
• El visionario y su equipo deben adherirse a un conjunto de creencias y formas de conducta que reflejen los principios de la Escritura.
o Nuestro corazón le debe pertenecer a El por completo.
o Cuando abrazamos lo que es importante para El, ponemos nuestro corazón en alineación con el suyo y cuando nuestro corazón es totalmente de El, entonces somos bendecibles.
• Nuestras creencias y formas de conducta básicas se pueden dividir en dos categorías: generales y específicas.
o Las generales son las creencias y formas de conducta a las que se debe adherir todo creyente (honradez, pureza, integridad, diligencia, verdad, amor, santidad, adoración, etc.).
o Las específicas son las creencias y formas de conducta relacionadas directamente con la visión particular.


La lista.
• Para tenerlas todos claras debemos hacer una lista con la suficiente amplitud para que nadie se pierda en el camino.
• Reunirlas no es una tarea fácil ni de una sola tarde de trabajo.
• Por ello son pocos los que se toman el tiempo necesario para llevar adelante este proceso.
• El desarrollo de la lista va a ser cuestión de traer a la luz lo que esperamos de sí mismos y de nuestro equipo.
• Cuando las compartimos con ellos trae claridad sobre lo que se espera de cada uno y estamos ayudando a evitar los choques entre expectativas en conflicto, que de otra forma resultarían inevitables.
• Son como un faro que guiará nuestras actuaciones en todo tiempo y en todo momento y en toda circunstancia.




19 Abr 2012