Estudio Bíblico

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Módulo 214. La Visión.



TEMA No. 7.
LA COMUNICACIÓN DE LA VISIÓN.



Prepararnos para comunicarla.


Claves para una comunicación eficaz de la visión.
• La clave en la comunicación de la visión es:
o A las personas adecuadas.
o En el momento correcto.
• La esencia del lanzamiento de una visión está en saber pintar una imagen mental.
o Los cuatro componentes de una visión eficaz son (Neh 2:17-18).
 El problema.
 La solución.
 La razón por la que hay que hacer algo.
 La razón por la que hay que hacer algo ahora.
• Mientras no seamos capaces de tratar estas cuatro cuestiones de manera clara y sucinta, lo más probable es que no estemos listos para comenzar a hablar acerca de nuestra visión.


El problema.
• El lanzamiento de una visión siempre va a incluir el elemento de sacar a la gente de su apatía.
o Los que lanzan visiones raras veces traen a la mesa información nueva.
o Lo que traen es una apasionada preocupación por un problema ya existente.
• La visión no está en el problema sino en su solución.
o Pero el problema nos proporciona un claro contexto para presentar la visión.
o Cuando identificamos el problema y lo planteamos con claridad, estimulamos el interés de nuestros oyentes  captamos sus mentes.
• Algunas preguntas que nos pueden ayudar a precisar el problema que la visión pretende solucionar son las siguientes:
o ¿Cuál es el problema que podríamos resolver?
o ¿Qué necesidad podríamos satisfacer?
o ¿Qué punto de tensión o de conflicto nos proponemos mejorar?
• Mientras nos sintamos inseguros, o nuestras respuestas no sean precisas, no digamos una sola palabra.
o Meditemos, investiguemos, oremos.
o Pero resistámonos al impulso de lanzarnos.


La solución.
• La visión siempre es la solución de un problema.
o ¿Podríamos comunicar de forma convincente y exacta, en una sola frase, lo que sentimos que Dios nos está llamando a hacer?
o ¿Somos capaces de pintar una clara imagen verbal de lo que podría y debería ser?.
• La solución debe captar la imaginación de nuestros oyentes, invitarlos a imaginarse el futuro de una manera tal que exija un cambio del presente.


La razón por la que hay que hacer algo.
• Todas las visiones de inspiración divina están enlazadas de alguna manera al plan maestro de Dios (Nehemías reconoció el enlace entre su visión personal y el plan maestro de Dios para la nación: no estemos más en oprobio –el oprobio de Israel de alguna manera, frente a las naciones vecinas, afectaba a Dios por cuanto ellos eran el pueblo de Dios-).
o Lo que hace nuestra visión atrayente es el hecho de que nuestro proyecto es una parte pequeña, pero vital, de lo que Dios está haciendo en la historia.
o Siempre hay un enlace entre lo que estamos siendo llamados a hacer y lo que Dios está haciendo en la historia.
o Y mientras más estrechamente podamos unir ambas cosas, más apremiante será nuestra visión.
• La explicación clara del problema capta la mente.
o La solución capta la imaginación.
o Pero una razón convincente capta el corazón.
o La visión nos llama a imaginarnos lo que podría ser.
o La razón que hay detrás de lo que podría ser, nos lleva a creer lo que debería ser.
• Una vez cruzado ese umbral, estamos comprometidos.
o Habrá pasión en nuestra voz cuando lancemos nuestra visión.
o Y cuando hablemos de nuestra visión, nuestra convicción de que se trata de algo que se debe hacer va a hacernos persuasivo en nuestra comunicación.
• ¿Cómo hacer esa conexión de la visión con el corazón?
o ¿De que forma van a cambiar las cosas si logramos realizar la visión?
o ¿Qué podemos perder?
o ¿Cómo evolucionarían las cosas si no lo logramos?
o ¿Por qué lo debemos intentar?
o Al obligarnos a responder estas preguntas descubriremos muchas cosas acerca de nuestros valores.
 No nos contentemos con nuestra primera respuesta.
 Sigámonos preguntándonos repetidamente el ¿por qué?
 Cuando salga a la superficie lo que es más importante para cada uno de nosotros, va a pasar una de estas dos cosas:
• O nos damos cuenta de que nuestra visión es en realidad nuestra, y no de Dios.
• O vamos a encontrar un valor que también es importante para nuestro Padre Celestial.
• Ese valor compartido va a servir de enlace entre lo que estamos tratando de realizar y lo que Dios está haciendo a escala universal.



Comunicarla.


Las personas adecuadas en el momento correcto.
• Lo que podría y debería ser, no va a ser mientras Dios no permita que sea.
• Los momentos oportunos forman una parte crítica del proceso de la visión-ingeniería.
• No nos precipitemos.
• Si Dios ha hecho nacer una visión en nosotros, también está desarrollando una visión similar en los corazones de quienes nos rodean.
• Cuando llegue el momento para que compartamos nuestra visión, les va a parecer legítima a las almas que La ha estado preparando.
• Mientras tanto, nuestra responsabilidad consiste en seguir desarrollando una clara imagen verbal del problema que nuestra visión quiere resolver, y de la forma en que la resolverá.
o Al fin y al cabo, las visiones son soluciones.


El momento adecuado.
• El cuarto y último elemento del lanzamiento de una visión se refiere al momento en que se ha de lanzar:
o ¿Por qué se debe hacer en este momento?
o ¿Por qué lo debemos hacer ahora, y no más tarde?
o ¿Cuál es el apuro? ¿A qué se debe tanta urgencia?
• El momento de comunicar una visión se basa en la forma soberana en que Dios ha estado preparando las circunstancias.
o No es nuestra visión la que va a mover a las personas a la acción, sino la noticia de que Dios está actuando a favor de ellos.
o Las visiones cuyo autor es Dios van a llevar sus huellas antes de que se realice la obra, durante su realización, y cuando ya se haya terminado.
 Lo que Él origina, el mismo lo dirige.
 Ese lado divino de la ecuación es el que les da a las visiones su sentido de urgencia.


El poder la visión.
• “La visión que les comunique a otros sobre quiénes y qué pueden llegar a ser, tiene poder cuando es un eco de lo que el Espíritu ya les ha hablado al alma.” Larry Crabb.
• “Trata a las personas como si fueran lo que deberían ser, y las ayudarás a convertirse en aquello que son capaces de ser.” Goethe.
• La mayoría de las veces, una visión tiene muy poco que ver con lo que podría o debería ser en nuestra propia vida.
o Una gran parte de las visiones que lancemos se van a centrar en otras personas y en su futuro.
o Las palabras les señalan un rumbo a las personas.
 Siembran semillas mentales.
 En cierto sentido, todos lanzamos visiones.
 Toda relación es una oportunidad de lanzar visiones en potencia.
 La posición que ocupemos en la vida de la persona es la que va a determinar el peso de nuestras palabras y, por tanto, nuestro potencial para darle forma a su futuro.
• Este concepto tiene su origen en Dios.
o Pedro no era Pedro hasta que se encontró con Jesús.
 Cuando Jesús le cambió el nombre estaba lanzándole a Pedro una visión: aquello en lo que se podía convertir.
o Dios les dio un nuevo nombre a Abraham, a Sara, a Pedro, a Pablo, como forma de señalarles de manera concreta la dirección que quería para sus vidas.
 Sus nombres eran un reflejo de lo que podía ser y sería.
• Las visiones son poderosas, en especial cuando las lanza alguien a quien miramos con respeto; alguien en quien confiamos y a quien tenemos la tendencia de imitar.


Las personas adecuadas.
• La visión nos arrastra porque capta nuestra imaginación.
o Desde allí, tiene el potencial de conectar con nuestro corazón.
o Y una vez que nuestro corazón haya sentido la energía que acompaña a una visión bien presentada, adquiriremos una sensación de destino.
o La visión sirve como motivación intrínseca.
o Nos movemos en un cierto sentido, porque queremos, no porque nos digan que nos movamos.
• Las personas, por lo general, están más que dispuestas a comprometerse con un proyecto o una tarea en las que se ve claro que son cosas de Dios.
o Quieren participar en lo que Dios está haciendo, y estarán dispuestas a unírsenos en la visión si tienen la certeza de que no se trata de una visión simplemente nuestra.
o La gente da lo que le parece que se puede permitir dar para resolver una necesidad, pero va a dar con sacrificio cuando se trate de una visión que lleve la marca de la participación de Dios.
• En la comunicación de la visión necesitamos no solo captar el entusiasmo de las personas sino principalmente su compromiso.
o El entusiasmo relacionado con el comienzo de algo nunca proporciona el impulso suficiente para llegar a terminarlo.
• Las visiones cuidadosamente elaboradas tienen la capacidad de captar tanto la imaginación como el compromiso de las personas.
o Las personas piensan en sus prioridades y estilo de vida, a fin de formar parte de una visión a la que se sienten llamadas.
o Y si no están comprometidas, no van a afrontar ese cambio.
• Las personas están buscando algo a lo que le puedan entregar la vida.
o Si Dios nos ha dado una visión, El mismo va a levantarnos un equipo para que trabaje con nosotros a fin de lograrlo.


Unas palabras para los líderes.
• Todos somos lanzadores de visiones para aquellas personas que nos ven con respeto, admiración, ejemplos, etc.
o En ese sentido, somos administradores de esas vidas tan valiosas para nuestro Padre.
o Nuestra responsabilidad es darles a conocer su potencial, no lo que son sino lo que podrían llegar a ser, y serán, para que levanten los ojos de las realidades de hoy y los fijen en las posibilidades del mañana.
 Dios no tiene problema alguno en vernos y relacionarse con nosotros tal como vamos a ser y no como somos (igual sucede con nuestros seguidores).
 Con sus discípulos, Jesús se sentía bien hablando sobre su potencial y pasando por alto su actuación del momento.
 Estaba convencido de que aquella era la mejor forma de producir un cambio entre sus oyentes.
 ¿Qué sucedería si comenzáramos a hablar del potencial de la gente, y no de su actuación?
 ¿Y si adquiriéramos el hábito de dispensarles a los demás el mismo tipo de gracia que ha sido derramada sobre nosotros?
 ¿Qué sucedería si llenáramos intencionalmente nuestras conversaciones con ideas acerca de lo que podría ser cierto con respecto a la gente que nos rodea?
• El poder de la visión es el potencial que tiene ayudar a una persona a centrarse en lo que podría ser (Efe 4:29, Prov 18:21).
o Las palabras son poderosas.
o Le dan forma a la vida.
o Las podemos usar para el bien o para el mal.
o Para edificar o para destruir.
o Para señalarles a las personas una dirección que le de honra a Dios, o para enviarlas por una senda sobre la cual se lamentarán.
• Aunque nosotros somos los que recibimos una visión dispuesta por Dios, también vamos a recibir oportunidades innumerables para lanzarles la visión del Padre a los que nos rodean.
o Destaquemos siempre los puntos fuertes y el potencial de las personas que nos rodean.
o Muchas veces, las personas no están conscientes de sus propios puntos fuertes.
o Son una parte tan natural de nuestra constitución que a menudo no los reconocemos.
o Relacionemos nuestra confianza en la actuación futura de esas personas con algo que haya en ellas y que les haya facilitado el éxito en el pasado.
o Busquemos oportunidades de comentar pública y privadamente las inclinaciones y capacidades naturales que veamos en la gente que nos rodea y llevemos todo esto un paso más allá, asociando esas inclinaciones y capacidades con su éxito futuro.


19 Abr 2012