Estudio Bíblico

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La predicación de la Palabra de Dios (2).



Tres formas de preparación del mensaje.

El mensaje escrito.
Consiste en la preparación del mensaje por escrito, en todas sus partes, verdades, e ideas, es decir, todo lo que se va a decir, se escribe.
Requiere la inversión de gran cantidad de tiempo en su preparación.
Implica notas muy numerosas, en las que cada pensamiento está escrito completamente de antemano.
Una ventaja de este tipo de preparación es que todo el mensaje ha sido sujeto de una atención muy cuidadosa. Ofrece una cobertura adecuada de cada área importante de verdad revelada. Asegura la exposición completa y comprensiva de cada tema.
Su principal desventaja es en cuanto a su presentación. A menudo resulta muy pesada y no retiene la atención de los oyentes.

El bosquejo.
Significa que se hace un mínimo de notas que proporcionan una guía o ayuda de memoria.
Son las bases de la forma y estructura de lo que queremos decir.
Cuando hablamos, le damos contenido a esas bases y formas, ampliando los pensamientos que expresan esas notas.
La exposición del tema, usando este recurso, es más espontánea e interesante, sin perder formalidad, pues el armazón del mensaje mantiene la mente sobre el tema.

El mensaje espontáneo.
Como su nombre lo indica, es un mensaje dado de una manera espontáneo, sin el uso de notas.
No implica una espontaneidad absoluta, por cuanto al tema previamente se le ha dado una buena, intensa y cuidadosa reflexión, llenando la mente y el corazón de los aspectos vitales del mensaje.
El mensaje fluye del corazón y a menudo produce una fuerte vinculación emocional entre el mensajero y los oyentes del mensaje.
Un predicador experimentado en este tipo de mensajes hace un llamado a las emociones a la vez que informa la mente de los oyentes.
Este método tiene dos debilidades cuando menos:
Puede llegar a carecer de significado contextual (incurrir en error).
La presentación puede llegar a convertirse en demasiado emocional y llegar a ser irracional y carente de convicción, solo emoción, por lo que la mente de los oyentes no recibe edificación.

Resumen.
El uso de los bosquejos es, posiblemente, el mejor de los tres por cuanto combina las ventajas de los otros dos y supera sus desventajas.
Tiene espacio para ser flexible además de organizado.
La mente permanece abierta a la inspiración renovadora como también las emociones.
Tiene un formato ordenado de pensamiento.
Ayuda a entrenar la mente en patrones ordenados de pensamiento.
Todo ello hace que sea más articulado, y por ende, más fácil de escuchar.



Siete tipos de mensajes.

Textual.
Usualmente se basa en una porción relativamente pequeña de la Escritura, concentrándose en un solo texto bíblico.
Implica elegir una afirmación de la Biblia, investigarla, analizarla, descubrir toda la verdad que contiene, y después, presentarla de una manera ordenada y progresiva, fácil de asimilar por los oyentes.

Tópico o temático.
Presenta un tema específico de forma amplia.
Implica, en primer lugar, descubrir todo lo que la Biblia tiene que decir sobre ese asunto.
Su objetivo es presentar todo lo que los oyentes deberían conocer sobre el tema, lo que puede implicar que necesite más de una sesión o reunión para abarcar todo el tema.
Asegura una cobertura mucho más completa del tema.
Para la preparación de este tipo de mensajes, la concordancia de palabras y la concordancia temática son de una gran ayuda.

Tipológico.
Trata de descubrir y comunicar la verdad que está detrás de los diversos “tipos” en la Biblia.
Un tipo es una persona, objeto o suceso que es simbólicamente profético de alguien o de algo todavía por venir. Son “sombras” de esas cosas (Heb 8.5, 10:1).
La interpretación y exposición de los tipos de la Biblia es una tarea altamente especializada que requiere la habilidad de aquellos que son maduros y especializados en asuntos bíblicos.
Al principiar, deberíamos evitar el predicar sobre los tipos más profundos, ya que las interpretaciones carentes de pericia pueden conducir a algún tipo de error.
Requieren un conocimiento profundo y concienzudo de toda la Biblia.
Principios generales para el uso de tipos.
Uno. Comenzar por el uso de los tipos más simples en los que la implicación es muy obvia.
Dos. Mantener la interpretación amplia, sin intentar interpretar cada mínimo detalle del tipo.
Tres. Evitar ser dogmático sobre lo que se enseñe sobre el tipo.
Cuatro. Usarlos para ilustrar doctrinas, no para establecerlas.
Cinco. Permanecer abiertos a la corrección de parte de personas con mayor madurez y conocimiento bíblico.

Expositivo.
Se trata de exponer el significado y la verdad contenidos en un pasaje particular de la Escritura.
Saca a luz lo que está a menudo, solo insinuado o escondido detrás de la superficie del texto.
El más usual de este tipo de mensajes es el que expone un libro de la Biblia capítulo por capítulo y versículo por versículo.

Biográfico.
Se refiere a la exposición de la vida de una persona, y lo que los acontecimientos de ella tienen que enseñarnos.
Implica:
• Estudiar el nacimiento de la persona.
• Considerar las circunstancias en que se crió.
• Enfocarse sobre los tratos de Dios con su vida y en cómo reaccionaron ante esos tratos y que aprendieron de ellos.
• Considera, si tuvieron éxito en la vida, ¿Qué fue lo que los hizo prósperos?
• También considera, si fracasaron, ¿en qué se equivocaron?
• Y finalmente, se enfoca en que podemos aprender de su vida.

Analítico.
Consiste en el análisis detallado de un tema para extraer el mayor contenido de su verdad.
Partiendo de esa verdad, se deben enseñar los principios subyacentes involucrados.

Analógico.
Gran parte de la Biblia está escrita en forma de analogías.
Las analogías enseñan una verdad a partir de un caso paralelo.
Este tipo de mensajes usa a menudo un tema natural, a partir del cual se enseña una verdad espiritual.
Envuelve la comparación de funciones similares, es decir, el proceso de razonar a partir de casos paralelos.


14 Dic 2011
Referencia: La Biblia 24.