Estudio Bíblico

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Una fe poderosa.



UNA FE PODEROSA (Domingo 17.10.10).
(Notas de la prédica del Hno. Enrique Escobar).



Jesús vino para que tuviéramos vida y vida en abundancia. Lo malo es que en las iglesias, en todas partes, hay muchos creyentes que están viviendo llenos de problemas.

¿Que es lo que está pasando? Con Dios no pasa nada. El está sentado en su trono, su poder no ha cambiado, El es el mismo ayer, hoy y siempre. El diablo tampoco ha cambiado, pero Dios nos ha dado la victoria en Cristo sobre él.

Entonces, donde está el problema: en nosotros (mi pueblo perece por falta de conocimiento --Ose 4:6--; ustedes erran porque ignoran las Escrituras, Mar 12:24).
• Nos dió la naturaleza divina.
• Nos hizo de nuevo, nos adoptó como sus hijos e hijas, nos trasladó a Su Reino (un Reino de sanidad, provisión, restauración, libertad, santidad, etc.). --> nadie puede entrar al Reino si no ha nacido de nuevo, del agua y del Espíriti (Jn 3:5).
• La obra de Dios en nuestra vida es ascendente (Prov 4.18, Fil 1:6).
• Sin embargo, para la mayoría de creyentes, la vida del cristiano pareciera ser una vida de tres pasos:
• 1. Estaba perdido.
• 2. Fué salvo.
• 3. Recibió el bautismo del Espíritu Santo.
• Y se convierte en un creyente circunstancial (el cristianismo es maravilloso cuando todo está bien, pero cuando las cosas no salen tan bien, entonces el cristianismo no es tan bueno, se entibia y/o se enfría).
• El plan de Dios es llevarnos de gloria en gloria, de victoria en victoria (no de queja en queja, no de fracaso en fracaso, no de frustración en frustración).
• El problema no está en Dios sino en mi corazón, en el tamaño de Dios en mi corazón (Jn 3:30).
• Un ingrediente para salir de ese cristianismo circunstancial de tres pasos es agradecimiento por lo que El ha hecho por nosotros (salvación, perdón y olvido de pecados, sanidad, libertad, restauración, renovación, provisión, ha derramado Su amor en nosotros, nos ha llenado de Su misericordia, gracia, favor, etc.) y por lo que hará (vida en abundancia, vida eterna).
• Cuando no tengo agradecimiento me fijo en las cosas que me hacen falta (frustración) y no en las cosas que Dios ha estado haciendo y va a hacer en mi vida, entonces comienzo a quejarme, distanciarme, frustrarme, etc., de Dios, y comenzamos a creer en un Dios pequeño, no sobrenatural, etc.
• Al no ser agradecidos desconfíamos de El y nuestros problemas son grandes ante nuestros ojos.


¿Cuál es el tamaño de mi Dios, cuál es el límite de Dios? (fe o incredulidad).
• Isa 45:11. Así dice Jehová, el Santo de Israel, y su Formador: Preguntadme de las cosas por venir; mandadme acerca de mis hijos, y acerca de la obra de mis manos.
• Mat 16:19. Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos.
• Dios no tiene que convencernos; nosotros nos tenemos que convencer de Dios.
• De que para El no hay nada imposible.
• De que El quiere darnos todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.
• De que es nuestro Padre y El quiere para nosotros mejores cosas que las que nosotros queremos para nuestros hijos.
• Luc 11:13. Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?
• Mat 7:11. Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?
 Rom 8:32: Dios está super-convencido; nosotros necesitamos ejercer aquello de lo que Dios está convencido (desatarlo); fe (Dios no me va a dar lo que yo no me atrevo a esperar).

En mi corazón se define el tamaño de mi milagro -para el que puede creer, nada hay imposible; Mat 17:20--.
A El lo mismo le cuesta un milagro pequeño, mediano, grande o grandísimo, para El no hay nada imposible (Luc 1:37).
No hay límite en Dios; el límite está en nuestro corazón.




Otras notas.

Consumado es: El ya hizo todo lo que iba a hacer. Nosotros tenemos que ejercer ahora.

El conoce nuestros fallos, no nos los echa en cara. Nos dice: Yo ya sabía que eso pasaría, levántese y siga hacia adelante.

Yo soy la Iglesia. Adonde yo voy, va la iglesia, va un embajador de Cristo.

El Nombre de Jesús no es para irnos a quejar delante de Dios, es para llamar milagros.
El Evangelio no es para lamentaciones, es para vivir de victoria en victoria.

El diablo no tiene centros de entrenamiento. Desde el primer día que toma una vida la comienza a usar para hacer diabladas. Si bien los cristianos necesitamos prepararnos y crecer en el conocimiento de Dios y de las Escrituras, no deberíamos esperar a que ello suceda para comenzar a hacer la obra de Dios (Mar 16:15-18, Mat 28:18-20).




25 Oct 2010
Referencia: Fe